Medios locales reportaron que Abddullah al-Mutlaq, el religioso en cuestión, sostuvo que la prohibición apunta a impedir gastos superfluos y es válida incluso para los cumpleaños de los niños.
«La gente no tiene tanto dinero como para gastar en este tipo de cosas. Son cosas que no llevan a ningún beneficio, el Islam no las promueve y pueden llevar a las familias a la pobreza«, afirmó Al-Mutlaq.
Las fatuas, decisiones de los muftíes o especialistas en la ley islámica, tienen fuerza legal.
Son cosas que no llevan a ningún beneficio, el Islam no las promueve y pueden llevar a las familias a la pobreza
Las reacciones en las redes sociales fueron variopintas. Están quienes apreciaron el mensaje de frugalidad del religioso y quienes, en cambio, criticaron a las autoridades de Arabia Saudita, país muy rico en petróleo, por no estar a la altura de garantizar a todos sus habitantes la posibilidad de festejar su cumpleaños.
Según algunas investigaciones reportadas en los medios locales, alrededor de un cuarto de los 20 millones de sauditas vive en la pobreza y no recibe ningún beneficio de las lucrativas ventas de petróleo.