Los ataques de las pandillas haitianas que tratan de tomar control de Thomazeau, en la frontera con la República Dominicana, en Jimaní, han levantado preocupación del lado dominicano por el acceso al territorio quisqueyano que las bandas armadas podrían tener por agua, específicamente por el lago Azueï.
La mayor ambición de la banda es controlar las zonas cercanas al lago fronterizo, dijo al periódico Le Nouvelliste la agente ejecutiva de la comuna, Josette Cyprien. Este lago hace frontera entre ambos países en el suroeste, en la zona de Jimaní.
- «El lago Azueï es una vía de acceso a República Dominicana. Con el control de esta localidad, los bandidos del grupo 400 Mawozo tienen carta blanca para operar entre la frontera de República Dominicana y el departamento Occidente (en Haití)», plantea Le Nouvelliste.
Agregó que, durante tres años, la ciudad de Thomazeau se benefició del servicio de agentes de policía que lucharon contra las bandas, pero que de repente, la comuna fue abandonada, los policías fueron trasladados y la fuerza se redujo a cuatro policías.
«Thomazeau es un punto estratégico. Es la retaguardia del departamento y es un pueblo fronterizo», indica Cyprien.
Las bandas han desatado una serie de ataques a barrios, comisarías y prisiones en esta semana antes del despliegue en ese país de la Misión de Seguridad Multinacional.
El presidente de Kenia, William Ruto, dijo el jueves en la Casa Blanca, en Washington, que la misión que liderarán sus policías aplastará a las pandillas haitianas.
