Marchas, pancartas y gritos de justicia; altercados, disparos, gases lacrimógenos, incendios y saqueos de locales…
Minneapolis vivió su tercera noche consecutiva de violencia por la muerte del afroestadounidense George Floyd, asfixiado por un policía en medio de la calle este lunes.
Un video publicado después de la muerte de Floyd lo mostraba con dificultades para respirar en el piso mientras un policía blanco le presionaba el cuello con la rodilla.
Las manifestaciones que dieron paso a los disturbios en Minneapolis, y que obligaron al gobierno estatal a desplegar la Guardia Nacional, se extendieron a otros estados y cientos de personas salieron a las calles en California, Chicago, Memphis. Nueva York, Oakland, Ohio y Colorado.
Gran parte de los disturbios se concentraron alrededor de la estación del Departamento de Policía de Minneapolis donde se cree que trabajaban los oficiales involucrados en la muerte de Floyd, de 46 años, que acabó ardiendo. 0:00 1:40 Minneapolis en llamas
Este jueves, el presidente Donald Trump, quien había calificado previamente la muerte de Floyd como «muy triste y trágica» y había prometido justicia, aseguró que algunos de los protagonistas de las protestas violentas eran «delincuentes» que estaban deshonrando la figura de Floyd.
En Twitter, el mandatario estadounidense culpó de la violencia del jueves a una «falta de liderazgo» en Minneapolis y advirtió que enviaría a la Guardia Nacional a «hacer bien el trabajo» si el alcalde Jacob Frey no lograba controlar la ciudad.
Agregó que «cuando comienza el saqueo, comienzan los disparos», un mensaje que Twitter decició ocultar debido a que su contenido «viola las reglas» de la red social «glorificando la violencia».
¿Qué pasa en Minnesota?
Las protestas comenzaron en la tarde del martes, cuando cientos de personas llegaron a la intersección donde ocurrió el incidente con Floyd.
Durante la segunda noche de manifestaciones, el miércoles, algunos de los cientos de manifestantes arrojaron piedras y se acercaron a la comisaría de policía, donde los agentes crearon un cordón para evitar el acceso.
También hubo saqueos de comercios y actos de vandalismo, así como enfrentamientos con la policía, que usó gases lacrimógenos y balas de goma.
La ira en las calles era palpable. Periódicamente había gritos y lamentos. Parece una conclusión inevitable que las manifestaciones continuarán durante días, si no semanas, y que la violencia podría seguir. Como me dijo un manifestante: «Es triste. Pero así es como nos van a escuchar».