En los sectores políticos y de poder se barajan los nombres para posibles miembros de la JCE y todo apunta a que nuevamente los integrantes serán electos por un acuerdo en la cúpula de los partidos.La renovación de los miembros de la Junta Central Electoral (JCE) anunciada por el Senado para el próximo mes de octubre, ha puesto en el tapete el tema con el elemento adicional de que algunos de los actuales miembros anunciaron que no están interesados en seguir en el cargo como Eddy Olivares, mientras que el presidente, Roberto Rosario, recoge su escritorio.
Las principales interrogantes sobre quiénes serán los cinco premiados en esta nueva etapa. ¿Habrá renovación total? ¿Serán ratificados algunos de sus miembros? o ¿Serán ratificados todos los actuales integrantes? Todas esas interrogantes han surgido a raíz de que los actuales miembros de la JCE cumplieron su periodo el pasado 16 de agosto.
Aunque la Constitución de la República faculta al Senado para escoger a los integrantes del órgano comicial, los hechos demuestran que la conformación del órgano en los últimos 15 años ha sido un acuerdo entre los principales partidos políticos.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) han solicitado que haya una renovación total de los actuales miembros. El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) no ha opinado de si la renovación de la JCE debe ser total, parcial o si permanecerán sus actuales miembros.
Por el momento, ya se integraron dos bloques, uno oficialistas encabezado por el PLD y el PRD y otro de oposición encabezado por el PRM y el PRSC para discutir los perfiles de los integrantes de los órganos electorales en el marco del diálogo para consensuar la ley de partidos y agrupaciones políticas.
El dirigente del PRD Héctor Guzmán es partidario de los acuerdos entre partidos para elegir a los miembros de la JCE. “Con esta práctica lo que se ha logrado es que los principales partidos y sus líderes se sientan confiados en la JCE”, subrayó el exvocero de Hipólito Mejía. Añadió que la práctica tiene su origen en lo que decía José Francisco Peña Gómez que un partido en minoría necesita “un ojo” para ver todo lo que pase.
“Un partido sin mayoría en el Senado necesita tener un ojo para ver todo lo que pasa en el órgano electoral. Los partidos al estar representados en la JCE les resulta más confiable y les permite estar al tanto de todo cuanto acontece a fin de tomar las medidas que sean necesarias para los intereses del partido”, argumentó.
La historia
Generalmente, el Senado ha optado por ratificar algunos de los miembros de la JCE, así ocurrió en el período 2002-2006, que el Senado con mayoría del PRD, confirmó a tres jueces en sus cargos, incluyendo al presidente, Manuel Ramón Morel Cerda, quien había sido designado en 1998 y los miembros Luis Arias y Salvador Ramos. Roberto Rosario fue designado como miembro de la Cámara Contenciosa en el 2003, tras una crisis en la institución.
Para el periodo 2006-2010 fue ratificado en la JCE el presidente de la Cámara Administrativa, Roberto Rosario. La última vez, para el periodo 2010-2016, el Senado eligió a Rosario, en esa oportunidad como presidente, y como miembros a José Ángel Aquino, César Francisco Félix Félix y a Eddy Olivares. Como nueva jueza fue designada Rosario Graciano, la única dama del órgano.
Los que suenan para período 2016-2020
Los nombres de quienes serán los posibles nuevos integrantes de la JCE han empezado a sonar. Entre los que se citan para la presidencia figuran el propio Roberto Rosario; el expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, José Ángel Aquino, el actual presidente del Tribunal Superior Electoral, Mariano Rodríguez, y el juez de ese organismo, John Güilliani Valenzuela. En caso de que la elección sea un acuerdo entre partidos, por el PRM el nombre que más ha sonado para ocupar la posición es el de Antoliano Peralta. En los corrillos de los partidos se comenta, que Peralta es la figura que tiene mayor posibilidad en una cuota del PRM debido a que cuenta con el visto bueno del sector de Luis Abinader y de Hipólito Mejía, mientras que en el PLD no tendría objeción.
