República Dominicana podría aumentar hasta un 20 % las pensiones solidarias al 2030, señala la Cepal

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La República Dominicana tiene oportunidad para incrementar hasta en un 20 % las pensiones no contributivas –o pensiones solidarias– al 2030, debido a que cuenta con un crecimiento económico sostenido que le permitiría asumir esta inversión social, señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar, indicó que el aumento de las prestaciones para las personas mayores que cuentan con esta pensión implicaría destinar alrededor de un 0.3 % del producto interno bruto (PIB), un gasto que es «financieramente viable» respecto a la tendencia de crecimiento sostenido de la economía dominicana, que la organización estima cerraría en 5.2 % este año.

«Hay el espacio fiscal para hacer esto, y otras cosas», afirmó el ejecutivo durante la presentación «Panorama social de América Latina y el Caribe 2024», un estudio que la Cepal ha enfocado en los desafíos de la protección social no contributiva para avanzar hacia el desarrollo social e inclusivo.

Sistemas de pensiones no contributivos en la región

La entidad multilateral destacó que los sistemas de pensiones no contributivos son una de las principales políticas de protección social que más han crecido en toda la región, con una cobertura para las personas de 65 años o más que pasó, de 3.4 % en el año 2000 a 31 % en el 2022.

La Cepal explica que esto se debió, entre otras causas, a los déficit de los sistemas de pensiones contributivos, la alta informalidad, el acelerado envejecimiento y la viabilidad financiera.

En la República Dominicana, la Ley 87-01, que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, establece las pensiones solidarias del régimen subsidiado como parte del Seguro de Vejez, Discapacidad y Sobrevivencia.

Esta pensión se otorga a personas de escasos recursos mayores de 60 años de edad, a personas de cualquier edad con alguna discapacidad, a madres solteras con hijos menores de edad sin empleo, y a los cónyuges e hijos de los beneficiarios que ya hayan fallecido.

El director de Desarrollo Social de la Cepal, Alberto Arenas, explicó que la población de personas de 65 años y más se duplicará del 9.9 % al 18.9 % en los próximos 25 años.

La alta brecha entre la esperanza de vida a los 60 años y la esperanza de vida saludable, se convertiría en un riesgo que incrementaría la discapacidad en esta población.

Por este motivo, enfatizó en que los gobiernos de la región deben invertir en sistemas de salud universales y fortalecer políticas sanitarias integrales e intersectoriales de promoción y prevención, así como implementar políticas de cuidado de largo plazo y eliminar la precarización de los empleos del sector de cuidados.

Avances del país en protección social y empleos

En el marco de la presentación del estudio, la Cepal reconoció los avances de la República Dominicana en materia de protección social, destacando el fortalecimiento del Sistema Único de Beneficiarios (Siuben), que permite identificar a los hogares en situación de vulnerabilidad, así como el programa Supérate, que cubre alrededor del 56 % en los lugares destinatarios.

«Desde Cepal, vemos como muy positiva la ampliación del sistema de protección social en República Dominicana en años recientes», destacó el secretario ejecutivo de la Cepal, quien enfatizó que este tipo de programas no deben ser vistos como una carga para las finanzas públicas, sino como políticas que incentivan un estado de bienestar y solidaridad.

Asimismo, precisó que República Dominicana ha pasado por un proceso de mejora salarial en comparación con la década de los 80 y 90, debido a que cada vez más se ha incrementado la cualificación de los trabajos, una evolución que también se ha dado en Costa Rica.

«Son países que comenzaron, efectivamente, con trabajos muy poco calificados, empleos muy baratos en todo el tema textil, pero eso fue en los años 80 y 90. Ya hay muchas cosas que han cambiado; ya República Dominicana tiene clústeres de dispositivos médicos, tiene exportaciones de servicios médicos sofisticados», remarcó.

Reconoció que, si bien los salarios que reciben estos profesionales sigue resultando bajos en comparación con países industrializados como Estados Unidos y Europa, son salarios que, dentro del país, «permiten una vida digna» y se dan dentro de la formalidad, lo que muestra la importancia de contar con políticas de desarrollo productivo, innovación y atracción de inversión extranjera directa.

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