Ese hecho surgió después que la República Dominicana le otorgara asilo político al teniente Francois Benoit, un líder de la oposición haitiana, quien había sido acusado por el gobierno de su país de encabezar el intento de secuestro de dos hijos del presidente Duvalier, el 26 de abril de 1963
El reciente caso de la ruptura de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador encuentra resonancia en la historia que ocurrió en abril de 1963, durante el gobierno del profesor Juan Bosch, en República Dominicana, y del dictador de Haití, Francois Duvalier, cuando el país se vio envuelto en una crisis diplomática con Haití.
En aquel entonces, República Dominicana decidió cerrar su embajada en Haití en respuesta a tensiones bilaterales, lo que culminó en el quiebre de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
El conflicto estuvo matizado por el ingreso de miembros del voluntariado de la seguridad nacional de Haití, conocido como los Tonton-Macoute, en territorio de la embajada dominicana, el 27 de ese mes.
Ese hecho surgió después que la República Dominicana le otorgara asilo político al teniente Francois Benoit, un líder de la oposición haitiana, quien había sido acusado por el gobierno de su país de encabezar el intento de secuestro de dos hijos del presidente Duvalier, el 26 de abril de 1963.
Similar es lo que ocurre entre México y Ecuador. El Ministerio de Relaciones Exteriores de México anunció este sábado la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador, en respuesta a la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas Espinel, en su embajada en Quito.
Esta decisión fue desencadenada por el asilo diplomático otorgado por México al exfuncionario, a pesar de las objeciones expresadas por las autoridades ecuatorianas.
Caso dominicano
El grupo Tonton-Macoute irrumpió en las oficinas de la embajada dominicana en Puerto Príncipe y cercó más tarde la residencia en busca de los culpables de un atentado a los hijos del dictador Francois Duvalier, de acuerdo a archivos periodísticos.
El presidente Juan Bosch respondió de forma enérgica: “Hemos sido insultados sin haber provocado nosotros el insulto; se ha invadido nuestra embajada con fuerzas armadas, lo cual equivale a una invasión a nuestro país y es una ofensa imperdonable a nuestra dignidad.
Bosch entendió que se le había faltado el respeto y que las naciones pequeñas que lo permiten no son dignas de ser naciones, porque “lo único que puede mantenernos como país soberano es la decisión de hacernos respetar de los pequeños y de los grandes, de los que pretendan abusar de su debilidad y de los que pretendan abusar de su fuerza”.
El gobierno haitiano negó la agresión, y se defendió acusando a Dominicana, no solo de incurrir en violaciones en materia de asilo, sino también de atribuirles a miembros de la misión diplomática dominicana el haber transportado a participantes en el intento de secuestro de los dos hijos del mandatario haitiano.
Esa crisis, denunciada a la OEA, generó la movilización de las fuerzas armadas en la operación Mangú, liderada por el coronel Fernández Domínguez que contemplaba ocupar Puerto Príncipe en unas pocas horas y bombardear, con la aviación militar, el Palacio Presidencial haitiano con el objeto de liberar la Embajada.
En ese momento, el ejército dominicano era muy superior y la aviación militar, la mejor del Caribe, conforme reconocía, incluso Venezuela: Se impuso la vía diplomática, el Consejo de Ministros de la OEA condenó a Haití con 16 votos contra dos abstenciones y se evitó el lance bélico, pero informaciones no corroboradas de violencia en Dajabón, forzaron una disculpa diplomática y, ese desliz afectó el prestigio interno del Gobierno.
En la actualidad
El Gobierno de República Dominicana dijo que confía en que Ecuador y México superen, a la mayor brevedad, su conflicto por la vía del diálogo y las normas que regulan esta materia, con el fin de retomar el normal cauce de sus relaciones diplomáticas.
Junto a Costa Rica y Panamá, fundadores de la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), manifestaron su rechazo y lamentaron la violación por parte del Gobierno de Ecuador del asalto policial a la embajada mexicana en Quito, la noche del viernes.
Además, a través de un comunicado hecho por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana (Mirex), explicaron que las relaciones internacionales están regidas por el Derecho Internacional y en particular por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, que establece que los locales de las legaciones diplomáticas son inviolables y que los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellas sin consentimiento del jefe de la misión.