El ministerio ruso de Relaciones Exteriores convocó el miércoles al embajador de Francia para advertirle del riesgo de un posible «deterioro» de las relaciones bilaterales tras la detención de hinchas violentos rusos en la Eurocopa.
«Atizar sentimientos antirrusos en torno a la participación de la selección rusa en el Campeonato Europeo de fútbol podría deterior las relaciones franco-rusas», indicó la cancillería en un comunicado.
Los hooligans rusos, «muy entrenados», según las autoridades, protagonizaronlos enfrentamientos del sábado pasado, en las calles de Marsella, en la primera jornada del Grupo B de la Eurocopa.
Pero no fue hasta el martes que la policía detuvo a 43 hinchas rusos en Mandelieu-la-Napoule, en el sur del país galo, donde se habían instalado tras el partido Inglaterra-Rusia y desde donde iban a viajar a Lille.
Otros dos rusos fueron detenidos este martes, en la ciudad francesa de Lille, junto con dos ucranianos: los rusos por participar en una riña por la tarde y los ucranianos fueron arrestados por exhibir un arma prohibida, precisó la policía.
Los detenidos, bajo custodia policial, podrían ser expulsados o incluso juzgados. «Tenemos indicios suficientemente precisos sobre la participación de al menos varios de ellos en enfrentamientos inaceptables» en Marsella, dijo el prefecto del departamento de Alpes Marítimos, Adolphe Colrat.
La UEFA respondió con contundencia a los enfrentamientos y amenazó con expulsar a Rusia del torneo en caso de nuevos incidentes dentro del estadio. La Federación Rusa también fue multada con 150.000 euros (170.000 dólares) por los altercados, en los que también se oyeron cánticos racistas y se lanzaron bengalas.
