Rusia hizo circular un documento que busca poner fin a casi cinco años de conflicto en Siria, el cual incluye un llamado a que se redacte una nueva Constitución en ese país en un plazo máximo de 18 meses y se someta a un referéndum popular, al que seguiría una elección presidencial anticipada.
El documento no menciona que el presidente sirio Bashar Assad deba renunciar al cargo durante la transición, una exigencia clave de los opositores. Menciona únicamente que el mandatario «no presidirá la comisión constitucional».
Pide también que el enviado especial de las Naciones Unidas, Staffan de Mistura, emprenda un proceso político entre el gobierno sirio y «una delegación unida de grupos de oposición» sobre la base del comunicado oficial de junio de 2012 acordado en Ginebra por las principales potencias mundiales, en el que hacen un llamado al establecimiento de un órgano gubernamental de transición para Siria.
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