Combs, también conocido como Puff Daddy y P Diddy, amasó una gran fortuna, sobre todo gracias a sus negocios en la industria del licor
El otrora empresario del hip-hop, Sean ‘Diddy’ Combs, luce ahora cabello canoso y crespo y sólo aparece públicamente en los tribunales, donde será un personaje habitual a partir del lunes, cuando comience en Nueva York su juicio federal por delitos sexuales y asociación criminal.
La selección del jurado dará comienzo a este nuevo capítulo para el otrora magnate de la música, cuyos esfuerzos en los últimos años por renombrarse como «Brother Love» (Amor de hermano) fueron frustrados por una acusación penal y una montaña de demandas civiles en las que se le presenta como un violento depredador sexual que utilizó su fama para someter tanto a mujeres como hombres.
Como una premonición, este hombre de 55 años fundó el sello discográfico Bad Boy (Chico malo) en 1993, con protegidos como el difunto Notorious B.I.G. y Mary J. Blige. A menudo se le atribuye el mérito de haber introducido el hip-hop a lo más alto del panorama musical mundial.
Combs, también conocido como Puff Daddy y P Diddy, amasó una gran fortuna, sobre todo gracias a sus negocios en la industria del licor.
Aunque no tiene condenas importantes, desde hace tiempo se le acusa de agresiones físicas, que se remontan a la década de 1990.
Su expareja, la cantante Cassie, cuyo verdadero nombre es Casandra Ventura, a la que conoció cuando ella tenía 19 años y él 37, ha abierto esta caja de Pandora.

A finales de 2023, Cassie le acusó de agresiones sexuales y de una violación en 2018, abriendo las compuertas que le van a sentar en el banquillo pese a que resolvieron la denuncia rápidamente fuera de los tribunales.
Desde entonces, una lluvia de denuncias de agresión sexual se han sucedido, entre ellas las de una mujer que alega que Combs y otros de su camarilla la violaron en grupo cuando tenía 17 años.
Combs ha negado todas las acusaciones, pero el caso ha destruido su reputación y su legado. Si es hallado culpable, podría pasar el resto de sus días en la cárcel.