Si esta historia te emociona, eres feliz y no te habías enterado

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La responsabilidad de proteger a nuestros abuelos es un asunto que Gonzalo Castillo disfruta y por eso no se permite improvisar cuando se trata de brindarles ayuda. 

Para Gonzalo, cuidar de los adultos mayores es una tarea seria. La afirmación es de los colaboradores que lo conocen.

Uno de los días que más disfrutó este político y empresario fue cuando visitó por segunda vez a Doña Gloria Almonte de 86 años y a Don José Altagracia Abreu de 93 años, un matrimonio que vivía en una casa maltrecha del barrio Palmarito, en La Vega.

Durante un recorrido, Gonzalo vio la vivienda de láminas y cartón y aunque no le pidieron que interviniera, quiso hacer algo para mejorar las condiciones de vida de esta pareja.

Un equipo trabajó sin descanso durante 26 días para construir la nueva vivienda de los Abreu Almonte. La pareja se alojó en otro sitio gestionado por Gonzalo mientras se llevaba a cabo la obra.

Cuando regresaron al barrio se les notaba confundidos porque estaban en la calle de siempre pero no veían la pieza de lámina.

Ahora estaban de pie frente a una casa con galería y dos imponentes mecedoras de cedro que invitaban a pasar la tarde. Al lado había una amplia puerta, un par de ventanas que destacaban por su blanco impoluto.

La cocina fue equipada con los electrodomésticos principales. Las habitaciones perfectamente ventiladas

Cuando entraron, ya no pudieron ocultar la emoción. Recorrieron una casa con entradas de luz natural, amueblada, con varias habitaciones y bien distribuida. Gloria confesó que estuvo a punto de desmayarse cuando vio su nuevo hogar.

Todos los vecinos celebraron la alegría de los Abreu, los abuelos más queridos del barrio.

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