No es fácil levantarse diez minutos antes, encontrar el tiempo en medio de la jornada de trabajo o resistirse al llamado del sofá al final del día.
En la agitada rutina de las personas en el siglo XXI, lo que más suele sufrir es el tiempo que le dedicamos a mantener un cuerpo activo físicamente y sano.
Pero lo cierto es que no se necesitan horas trotando o sesiones eternas en los gimnasios para poner al cuerpo en movimiento, sino un poco de voluntad para conseguir en pocos minutos, pocas veces a la semana, una mejora sustancial en tu capacidad física y salud mental.
No se trata de un método de entrenamiento mágico, ya que el beneficio dependerá del estado de forma de la persona y de la exigencia a la que someta a su cuerpo, pero una simple rutina de ejercicios intervalos de alta intensidad es capaz de ofrecer resultados sorprendentes en menos de un mes.
La clave es la regularidad.
Más intenso, menos tiempo
Los entrenamientos intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés) tal vez parezcan un método complejo, pero lo cierto es que está basado en ejercicios conocidos y tradicionales.
Lo diferente es la forma en la que se realizan.
En el programa de la BBC Trust me, I am a Doctor (Confía en mí, soy médico), se llevó a cabo un experimento con un grupo de voluntarios que no solían hacer ejercicios de manera regular, pero que tampoco sufrían de algún problema de salud.
Es importante que las personas que hayan estado inactivas físicamente por un tiempo prolongado o que no estén seguras de su salud consulten con un médico antes de someterse a una sesión de HIIT ya que debido a su naturaleza son ejercicios que exigen al cuerpo hasta sus límites.
Es por eso que todas las personas que participaron en el experimento fueron sometidos a un electrocardiograma antes de empezar.
A partir de allí se les sometió a una rutina en la que tuvieron que hacer ejercicio a la máxima intensidad durante 60 segundos y luego descansar por 90 segundos.
Una fórmula que tuvieron que repetir otras cuatro veces.
En total 12 minutos y 30 segundos de actividad tres veces por semana.
¿Funcionó?
Las seis personas que participaron en el experimento mejoraron considerablemente su condición física en sólo cuatro semanas, algo que se reflejó en que la capacidad aeróbica -el VO2 o la cantidad máxima de oxígeno que el organismo puede absorber, transportar y consumir en un tiempo determinado- aumentó en promedio un 12%.
Si bien la muestra recogida por el programa de la BBC es pequeña, confirma los estudios de mayor envergadura que se han llevado a cabo en los últimos años sobre los beneficios del HIIT.
Otro elemento importante fue la libertad que tuvieron las personas para escoger el tipo de ejercicio, ya que funcionaba cualquiera que los hiciera acelerar su ritmo.
Levantar las rodillas, saltar o hacer movimientos de escalar fueron algunos de los que prevalecieron, pero hay otros que incluso son más completos como los burpees.
Este tipo de ejercicio ha crecido en popularidad debido a que se logra quemar calorías de manera muy intensa, además de lograr un fortalecimiento general del cuerpo, activar el metabolismo, tonificar la musculatura, reducir volumen y mejorar la coordinación.
El problema es que no es un tipo de ejercicios recomendado para principiantes ya que al ser de una intensidad muy elevada y que requiere de posturas complejas puede causar lesiones en la zona lumbar.
Es por eso que este ejercicio se puede dejar para más adelante y asumirlo como un reto luego que se hayan completado las primeas cuatro semanas.