El presidente estadounidense, Donald Trump, instó este martes a los máximos ejecutivos de General Motors, Ford Motor y Fiat Chrysler Automobiles a que aumenten la producción de vehículos en Estados Unidos e impulsen el empleo en el país.
Trump recibió en la Casa Blanca a los presidentes ejecutivos de GM, Mary Barra; de Ford, Mark Fields, y de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, a quienes dijo que quiere ver que se construyan nuevas plantas de automóviles en Estados Unidos.
«Tenemos un gran impulso para tener plantas de automóviles y otras plantas», dijo a periodistas el mandatario.
Trump, quien asumió el cargo el viernes pasado, se comprometió en la cita a reducir las regulaciones y los impuestos para que sea más atractivo para las empresas operar en Estados Unidos.
«¡Quiero que se construyan plantas nuevas para automóviles vendidos aquí!», declaró Trump en Twitter antes del desayuno con los ejecutivos de las automotrices.
Durante la reunión, Trump reiteró su ofrecimiento para reducir impuestos de manera sustancial, además de las regulaciones, a fin de impulsar la creación de empleos de largo plazo.
“Estamos haciendo el proceso más simple para la industria automotriz, para todos los demás que quieran hacer negocios en Estados Unidos”, dijo el mandatario a reporteros antes del inicio del encuentro a puerta cerrada.
Trump prometió a los asistentes que con estos cambios, “ustedes van a encontrar esto, de ser bastante inhospitalario a extremadamente hospitalario. Creo que vamos a pasar ser uno de los países más amigables (para la inversión), y ahora no lo es” precisó.
El mandatario dijo que existen inversionistas que quieren construir en Estados Unidos y han esperado muchos años para obtener los permisos ambientales“por algo que nadie ha escuchado antes, es absolutamente una locura”.
“Yo soy en gran medida un ambientalista, créanme, pero (las regulaciones) es algo fuera de control y vamos a hacer que el proceso sea muy corto, ya sea que obtengan los permisos y no los obtenga, pero lo van a saber pronto”, apuntó.
Trump aseguró empero que su administración hará que la obtención de estos permisos sean algo seguro en la mayoría de los casos, “de manera que vamos a ser bastante amigables”.
Los fabricantes de automóviles de Estados Unidos han sido reacios a abrir nuevas plantas en ese país en los últimos años, pero han ampliado algunas operaciones de plantas existentes. Trump ha criticado a las automotrices por construir vehículos en México y en otros países y ha amenazado con imponer aranceles de 35% sobre los autos importados.
La reunión es la más reciente señal del grado poco común de intervención de Trump como presidente en los asuntos corporativos, tras pedir en forma reiterada a automotrices y otras empresas manufactureras que «contraten estadounidenses».
La reunión del martes es también la primera conjunta de los presidentes ejecutivos de las tres grandes automotrices con un mandatario de Estados Unidos, desde que lo hicieron en julio del 2011 con Barack Obama, cuando se buscó promover un acuerdo para aumentar los estándares de eficiencia de combustible a 54.5 millas por galón al 2025.
Automotrices estadounidenses y extranjeras han estado promoviendo planes para impulsar los empleos e inversiones en Estados Unidos ante los comentarios de Trump. El republicano hizo de los ataques contra las inversiones de Ford en México una de los pilares de su campaña electoral.