Un coche embistió en un ataque este domingo de tarde en Jerusalén Este a efectivos de las fuerzas de seguridad israelíes, provocando varios heridos, informaron la Policía y los servicios de socorro.
“Cuatro policías resultaron heridos en un ataque en que fueron embestidos por un auto” en el barrio de Sheij Jarrah en el este de Jerusalén, indicó la Policía israelí, en tanto los socorristas informaron sobre siete heridos en total.
La policía israelí dijo que había “neutralizado” al asaltante, sin precisar su identidad ni indicar si el individuo había muerto o si estaba herido.
El Hospital Hadassah dijo que está tratando a una persona herida, de 24 años, con heridas por ser atropellado por el auto y por recibir un disparo. La condición de la persona no se detalla.
Una mujer, de 19 años, también está siendo atendida allí con heridas leves.
El hospital Shaarei Zedek dijo que estaba tratando a cinco personas heridas por la embestida, cuatro con heridas leves y una en condición moderada.
La policía desplegó un buen número de agentes en ese barrio de la Ciudad Santa, que ha sido escenario de manifestaciones y enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y palestinos que se oponían a la posible expulsión de varias familias de la zona.
Las tensiones de los últimos días derivan de la cuestión de la propiedad de las tierras en las que se encuentran varias viviendas de familias palestinas.
A principios de año, el tribunal de distrito de Jerusalén emitió un fallo favorable para las familias judías que reivindican derechos de propiedad en ese barrio de Jerusalén Este,el sector palestino de la ciudad.
La decisión del tribunal suscitó gran enfado entre los palestinos, muchos de los cuales han protagonizado manifestaciones desde entonces, a menudo empañadas de violencia con las fuerzas de seguridad o con familias de colonos del vecindario.
Además, representantes de la derecha israelí como el diputado Itamar Ben Gvir, un ferviente defensor de la colonización de Jerusalén Este, también han visitadoSheij Jarrahen varias ocasiones, lo que los palestinos percibieron como un gesto de provocación.