Los controles antidopaje son unas prácticas para las que los deportistas tienen que estar preparados en cualquier momento cuando compiten profesionalmente. Y aunque algunos, como Lamar Odom, han admitido haber hecho trampas para esconder su consumo de sustancias ilegales, pocos casos son tan sorprendentes como el de DJ Cooper.
El jugador de baloncesto tuvo que someterse a un control cuando estaba en las filas del AS Monaco en 2018. Para superarlo, el estadounidense optó por usar la orina de otra persona, su pareja, pero la jugada le salió por la culata debido a la presencia de la hormona gHC, producida por la placenta durante los embarazos.
D.J. Cooper fue obligado a hacerse un control anti-doping y el mismo dio que ESTABA EMBARAZADO.
El jugador usó la orina de su mujer en el examen sin saber que lo estaba. Ahora será padre y no podrá jugar profesionalmente por dos años
El positivo por embarazo dejó claro a la FIBA que Cooper había falsificado la prueba, y por ello recibió una suspensión de dos años. En aquel momento, el jugador lo justificó como una pausa por “motivos familiares”, pero recientemente se ha desvelado que su suspensión por fraude en el control le impide jugar hasta junio de 2020.
