Un nuevo modelo sugiere que la vida inteligente podría no ser un hecho tan improbable

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La humanidad puede no ser extraordinaria, sino más bien el resultado evolutivo natural de nuestro planeta y probablemente de otros, según un nuevo modelo que trata de explicar cómo se desarrolló la vida inteligente en la Tierra.

La teoría sugiere que quizá esta no fue tan difícil o improbable, según un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos, que apunta que esta interpretación del origen de la humanidad «aumenta la probabilidad de vida inteligente en otras partes del universo«.

Su propuesta, descrita en la revista Science Advances, contradice el modelo defendido durante décadas, según el cual la vida inteligente fue un acontecimiento «increíblemente improbable«, recalcan los autores.

Se trata de «un cambio significativo» en la forma en la que se piensa acerca de la historia de la vida, indica en un comunicado de la universidad Jennifer Macalady, profesora de geociencias.

«Sugiere que la evolución de la vida compleja puede tener menos que ver con la suerte y más con la interacción entre la vida y su entorno, abriendo nuevas y apasionantes vías de investigación en la búsqueda por comprender nuestros orígenes y lugar en el universo«.

En el nuevo estudio, el equipo formado por astrofísicos y geobiólogos defiende que el medioambiente de la Tierra era inicialmente inhóspito para muchas formas de vida y que los pasos evolutivos clave solo fueron posibles cuando el entorno global alcanzó un estado «permisivo».

Por ejemplo, la vida animal compleja requiere un cierto nivel de oxígeno en la atmósfera, por lo que la oxigenación de la atmósfera terrestre a través de microbios y bacterias fotosintetizadores fue un paso evolutivo natural para el planeta, que creó «una ventana de oportunidad» para que se desarrollaran formas de vida más recientes.

Así, el trabajo propone que la cronología de los orígenes humanos puede explicarse por la apertura secuencial de «ventanas de habitabilidad» a lo largo de la historia de la Tierra, impulsadas por cambios en la disponibilidad de nutrientes, la temperatura de la superficie del mar, los niveles de salinidad de los océanos y la cantidad de oxígeno en la atmósfera.

Teniendo en cuenta todos estos factores, la Tierra se ha vuelto hospitalaria para la humanidad desde hace poco tiempo: «Es simplemente el resultado natural de esas condiciones«, resumen los autores.

«Sostenemos que la vida inteligente puede no requerir una serie de golpes de suerte para existir», explica Dan Mills, antes en la Universidad de Pensilvania y ahora en la de Múnich, Alemania.

Evolución de los humanos

Según el investigador, los humanos no evolucionaron «pronto» o «tarde» en la historia de la Tierra, sino «a tiempo«, cuando se dieron las condiciones.

Y agrega: «Tal vez sea solo cuestión de tiempo, y tal vez otros planetas sean capaces de alcanzar estas condiciones más rápidamente que la Tierra, mientras que otros podrían tardar aún más».

«Consideramos que, en lugar de basar nuestras predicciones en la vida útil del Sol -como hacen otros modelos-, deberíamos utilizar una escala de tiempo geológica, porque es el tiempo que tardan en cambiar la atmósfera y el paisaje», añade Jason Wright, profesor de astronomía y astrofísica en Pensilvania.

Los investigadores planean probar su modelo alternativo con trabajos que incluyen, entre otros, la búsqueda de biofirmas en las atmósferas de planetas fuera del Sistema Solar, como la presencia de oxígeno

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