En medio de los rumores sobre infidelidades y una rivalidad con Meghan Markle, la tradicional regata Copa del Rey, en la Isla de Wight, parecía el evento perfecto para mostrar espontaneidad y renovar popularidad para Kate Middleton y el Príncipe William.
Los futuros monarcas británicos, de hecho, se lucieron: compitieron uno contra otro en la regata, rieron a carcajadas y se mostraron súper relajados en alta mar. Al evento concurrieron con el príncipe George y Charlotte, que se transformó en la verdadera protagonista de la jornada. Es que su desenfado se viralizó al tiempo que incomodó a su madre.
El episodio ocurrió cuando la duquesa de Cambridge debía acudir a la entrega de premios de la regata para lo que debía dejar a los pequeños al cuidado de sus abuelos maternos. Justo antes, Kate Middleton pidió a Charlotte que saludara al público y, cuando todos esperaban el gesto de protocolo real, la pequeña se olvidó de los mandatos, y actuó como lo que es, una niña… ¡Y sacó la lengua!
El gesto claramente incomodó a Kate pero en una milésima de segundo tomó una decisión: acompañar la desfachatez de la pequeña, divertirse con su «acto de rebeldía», sonreír mucho -quizás demasiado- y luego sí, corregir su actitud.
La pequeña princesa ya se transformó en la figura más adorable de la realeza. Su hermano mayor, George de 6 años, y el heredero al trono, es mucho más formal y rara vez desobedece a sus padres en público… Pero Charlotte, en cambio, se muestra más espontánea.
De hecho, no es la primera vez que Kate debe lidiar con alguna inesperada manifestación pública de la pequeñita. En julio de 2017, cuando Charlotte atravesaba «The terrible two» -esa es la forma más simpática que tienen algunos en el Reino Unido para referirse a los caprichos y berrinches que los niños de dos años realizan sin un motivo aparente para los mayores- tuvo uno de esos clásicos berrinches durante una gira europea.
Su madre quiso frenar la escena de inmediato pero sus palabras no sirvieron: la pequeña decidió arrojarse al piso para continuar con su actuación. En ese momento, fue alzada y sujetada en brazos.
En ese momento, como ahora en la regata, la duquesa se mostró comprensiva y cariñosa. La pequeña Charlotte, que pasa por lo mismo que el resto de los niños, tiene una particularidad: sus travesuras rápidamente se convierten en videos virales.