Mario Vargas Llosa «fue accionista» durante apenas un mes de una sociedad «offshore» (extraterritorial) radicada en las Islas Vírgenes Británicas de la que se desvinculó antes de ganar el Nobel, según informó ayer ElConfidencial, que incluye su nombre en la investigación de los llamados papeles de Panamá.
El Nobel y su esposa entonces Patricia, han mostrado su «extrañeza» ante esta información y niegan que hayan tenido nunca cuentas en «esos países», relación con los abogados de Mossack Fonseca o «fondos o bienes» a través de una sociedad llamada Talome Services, dijeron ayer a Efe fuentes de la agencia literaria que representa a Vargas Llosa.
En el caso de que existiera, indican, «solamente puede atribuirse a que algún asesor de inversiones o intermediario, sin el consentimiento de los señores Vargas Llosa, reservó esta sociedad para la realización de alguna inversión que se estaba estudiando, sin que, finalmente, se materializase en ninguna acción concreta».
«Los señores Vargas Llosa han cumplido siempre con todas sus obligaciones fiscales para con España, así como para con los demás países con los que han generado relaciones económicas y tributarias, incluyendo no solamente el pago de los impuestos sino también el cumplimiento de cualquier otra obligación de carácter tributario, especialmente las de información», añaden.
El Nobel, que acaba de cumplir 80 cumpleaños, recibió anoche en París un homenaje en La Sorbona por la aparición de sus obras en la colección de la Pleiade y está previsto que mañana participe también en un acto público en el Instituto Cervantes de la capital francesa.
ElConfidencial publicó ayer algunos de los 11,5 millones de documentos de los papeles de Panamá, la investigación conjunta que han realizado el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) junto al diario alemán Süddeutsche Zeitung y otros cien medios de comunicación de todo el mundo.
En ellos, se «demuestra» que el literato peruano «estuvo muy cerca de controlar la compañía Talome Services Corp. junto a su exmujer Patricia Llosa durante un breve periodo de tiempo en 2010».
Talome Services, explica el diario online, está radicada en Islas Vírgenes Británicas, un territorio considerado como paraíso fiscal tanto por España, donde reside y está nacionalizado el escritor, como por la Unión Europea.
La empresa la compró el matrimonio Llosa al bufete especializado de Mossack Fonseca a través de un intermediario, Dave Marriner, directivo de la firma holandesa Pan-Invest Management, con sedes en Chipre y Luxemburgo.
De las mil acciones de la compañía, 500 correspondían a Patricia Llosa y otras tantas a Vargas Llosa a partir del 1 de septiembre de 2010 y la dirección postal asociada en su condición de accionistas de Talome era la de la vivienda familiar de Madrid.
«Confirmada la inscripción, la correspondencia entre Marriner y Mossack se interrumpe hasta los días previos al fallo del premio Nobel de Literatura 2010», el 7 de octubre de 2010, que el peruano recibió el 10 de diciembre.
Marriner «reaparece» el 6 de octubre, «pidiendo cambios radicales en el accionariado de Talome: ‘cuando adquirimos la compañía, lo hicimos con el requisito de que mis clientes fuesen accionistas directos. Sin embargo, los requisitos de mis clientes han cambiado y, al no haber sido aún entregada la sociedad, queremos cambiar a los accionistas’, indica.
«El intermediario envía tres correos más apremiando al bufete; cuando manda el último, reclamando un número de seguimiento para su caso, Vargas Llosa ya es Nobel de Literatura. Finalmente, el 12 de octubre las acciones en poder del matrimonio Llosa pasan a dos ciudadanos rusos sin más vinculaciones societarias».