¿De verdad es tan malo ver una película en el teléfono?

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“A la gente que ve películas en un teléfono (en especial si creen que luego pueden dejar comentarios críticos en el sitio web de películas Imdb) le deberían dar un balazo”, declaró la crítica Anne Billson en Twitter a mediados de diciembre. No la cito para regañarla ni para denunciar su posición ante el mundo, sino para subrayar que las pasiones en torno a la controversia formato-plataforma son fuertes.

En poco más de un siglo de cinematografía, la nuevas maneras de mirar películas han puesto nerviosos a quienes trabajan en esa industria. De alguna forma, es lo único que también les ha quitado el sueño a quienes ponen el dinero y también a los creativos. En un principio, Steven Spielberg estaba receloso de que sus trabajos estuvieran disponibles en video y se quejaba diciendo que los cines eran lugares sagrados. Martin Scorsese era más optimista, como mostró en 1989: “Tener acceso instantáneo a las películas, poder escoger una parte y verla al instante, eso es grandioso”.

Aun así para muchos ver películas en el celular es una suerte de extremo inaceptable, aunque los servicios de transmisión en tiempo real están obligados a ignorarlos. El punto de los servicios de transmisión en línea es que hacen que el contenido esté disponible en una gran variedad de dispositivos, desde una pantalla de gran tamaño hasta una tableta, un Nook, un Kindle, un Galaxy o un iPhone.

Hace poco compré mi primer iPhone, en gran medida para descargar un montón de servicios de transmisión en tiempo real (también porque estaba harto de que todo el mundo me preguntara: “¿Por qué todavía tienes un BlackBerry?”) y sumergirme en ellos.

Pensé que sería interesante ver algunas de las películas de cien años de antigüedad de Charlie Chaplin en el iPhone. Después de todo, cuando Chaplin estaba filmando sus cortos para los estudios Keystone y Essanay a principios del siglo XX, no necesariamente se proyectaron en las catedrales a las que alguna vez se refirió Spielberg, sino en pequeñas salas íntimas y apenas equipadas que cobraban cinco centavos de dólar, y en versiones acortadas para las máquinas Mutoscope de un solo espectador que introducía una moneda para ver los filmes.

Resulta que, de acuerdo con la película de 1926 A Million and One Nights, el padre fundador del cine estadounidense, Thomas Edison, no creía “que las películas deban proyectarse en una pantalla. Estaba en contra de la construcción de un proyector desde el principio y mantuvo su postura hasta que, de hecho, lo despojaron del negocio de las películas”.

El Criterion Channel, parte de un nuevo servicio de transmisión en tiempo real llamado FilmStruck, ofrece lotes de cortos de Chaplin; cada uno es una compilación de un determinado periodo y están maravillosamente restaurados. Se ven muy bien en un iPhone: sus tonos en blanco y negro, y a veces sepia, son hermosos y vívidos, y la acción es más que coherente. Con aproximadamente 14 minutos por corto, se ajustan perfecto al reducido rango de atención que produce sostener un iPhone en la mano.

Pero podría ser algo generacional. En una conversación con Peter Becker, presidente de la Criterion Collection, este reconoció que nunca ha visto un largometraje de principio a fin en un teléfono. Yo tampoco. Escojo un poquito de aquí y de allá. Vi un poco de Eraserhead de David Lynch en el iPhone y también se veía muy bien: los contrastes de la fotografía en blanco y negro dotaban a la imagen de una sensación parecida a la tercera dimensión. Como todos los servicios de transmisión en tiempo real que he probado, exceptuando YouTube, FilmStruck siempre despliega el filme con una orientación horizontal, y si volteas el teléfono a su posición “normal” vertical, terminas viendo la imagen completa de lado.

Luego vi algo de material hollywoodense clásico en Netflix y de nuevo me impresionó la claridad. De alguna manera, es una ilusión: la resolución de video en un iPhone se acerca más a la de un DVD de definición estándar que a la de un Blu-ray o 4K. Sin embargo, el dispositivo incorpora la tecnología Wide Color, similar a la de los videos en 4K, así que los colores de una creación de VistaVision como White Christmas, son sobresalientes.

Obviamente no hay ni que discutir sobre la calidad del audio. A través de las pequeñas bocinas y los audífonos del teléfono, es posible oír el diálogo y la música, pero hasta ahí. Esas limitaciones explican por qué Eraserhead todavía no está disponible para ese dispositivo: el meticuloso diseño sonoro de esa película es crucial.

Becker dijo que Criterion y su compañía hermana, la distribuidora Janus Films, consideran que la experiencia en la sala de cine es de suma importancia y señaló que, en 2016, Janus lanzó más películas para proyectarse en salas como nunca antes.

“Dicho eso, estoy en contra de la idea del ‘sacrilegio’ histórico”, insistió. “Veo con escepticismo un enfoque purista; es mucho lo que puede decirse a favor de la audacia. Además creo que, como resultado de esta amplitud de acceso, la cultura fílmica está más viva de lo que estuvo durante décadas”.

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