Vértigo postural: por qué nos mareamos al hacer movimientos bruscos

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¿Alguna vez has experimentado una sensación de vértigo al levantarte, acostarte o dar vueltas en la cama? ¿O quizás al girar, subir o bajar rápidamente la cabeza? Seguramente sí.

Cambios bruscos en la posición del cuerpo, o de la cabeza con relación al cuerpo, suelen causar un fenómeno conocido como vértigo posicional.

Su forma más común se denomina vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB). Este se extiende por apenas segundos o pocos minutos y suele ir acompañado de otros síntomas, como náuseas, vómitos, sudoración y taquicardia, según informa Johanna Diplán Rubio, otorrinolaringóloga con subespecialidad en otología-neurología.

Pero ¿por qué ocurre? La razón podría encontrarse en el oído interno.

“Pequeñas ‘piedras’ de calcio dentro de los conductos del oído interno le ayudan a mantener el equilibrio”, explica la especialista que tiene su consulta en Hospiten Santo Domingo. “Normalmente, cuando te mueves de cierta manera, las piedras del canal semicircular se mueven. Las piedras activan los sensores en el canal semicircular, lo que provoca una sensación de mareo”.

¿HAY RAZÓN PARA PREOCUPARSE?

Pese a ser muy molesto, el VPPB no representa ningún problema serio. Tiene, de acuerdo con Diplán Rubio, un curso benigno y puede desaparecer de forma espontánea sin tratamiento.

“Mejor aún, puede ser completamente revertido con maniobras en la consulta de otología-neurología”, destaca.

No obstante, la doctora advierte que hay otras formas de vértigo posicional que sí pueden indicar la existencia de problemas serios (tumores, isquemias cerebrales y hernias de las amígdalas cerebelosas o enfermedades como miastenia grave).

Los mareos con los cambios de posición también podrían tener su génesis en una anemia o una hipotensión ortostática. Causas menos comunes de vértigo por posición abarcan el estrés o vértigo psicógeno y el vértigo cervical.

RELACIÓN ENTRE OÍDO Y EQUILIBRIO

El oído humano, además de cumplir una función en la audición, desempeña un papel preponderante en el equilibrio, expresa Diplán Rubio.

“De hecho”, informa, “solo en el oído tenemos 10 organelas encargadas de esto, cinco en cada lado”.

La otorrinolaringóloga dice que el equilibrio depende de varios factores: la información sensorial que recibimos de los ojos, la que recibimos de nuestros músculos,  tendones  y articulaciones, y los órganos de equilibrio en el oído interno.

“Toda esta información sensorial es llevada al tronco o tallo cerebral, donde es integrada y procesada en conjunto con otras partes del cerebro. Si alguno de estos sistemas falla o disminuye su aporte de información, entonces ocurre el desequilibrio”, declara.

ACTIVIDADES PARA MEJORAR EL EQUILIBRIO

Entre las actividades que favorecen el entrenamiento y fortalecimiento del equilibrio, Diplán Rubio cita caminar en espacios abiertos, hacer yoga, practicar tenis o tenis de mesa y bailar. Estas actividades implican la puesta en acción de los tres sistemas involucrados en el equilibrio.

“En los casos en que ya existe un déficit del sistema vestibular, hay terapias que nos llevarán a recuperar la estabilidad. Si te sientes inestable, presentas crisis de vértigo o mareos, no dejes de visitar a un especialista”, exhorta la doctora. “Una evaluación oportuna marca una gran diferencia”.

DIFERENCIA ENTRE VÉRTIGO Y MAREO

El término “mareo” se usa para describir un amplio abanico de sensaciones que va desde desvanecimiento y tontera hasta debilidad e inestabilidad. La palabra “vértigo” describe la sensación de que estás dando vueltas o de que el mundo da vueltas a tu alrededor. 

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