Will Smith: «Hollywood es mi familia, no estoy dolido, pero hay un problema»

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Will Smith

Will Smith, el hombre que fue leyenda y robot en el cine, asegura que querría tener el valor del doctor Benet Omalu, al que interpreta en Concussion, aunque coraje no le ha faltado para criticar públicamente que no haya actores negros nominados al Óscar.

Y eso que asegura que Hollywood es su familia. «Hollywood es mi familia y para mí la familia es lo más importante que hay. Pero tenemos un problema», dijo este miércoles Smith en una entrevista con la agencia de noticias Efe en la que reiteró que no asistirá a la ceremonia de los Óscar.

Smith es una de las caras más visibles en el boicot contra la Academia de Hollywood por la ausencia, por segundo año consecutivo, de actores negros entre los nominados al Óscar, un movimiento al que se sumó después de que su mujer, la también actriz Jada Pinkett-Smith, criticara estos hechos y anunciara que no iría a la gala, como hizo también el cineasta Spike Lee.

«La familia lo es todo para mi, y es la razón por la que hago todo lo que hago, el amor es la base de mi vida», explicó Smith antes de añadir: «considero a Hollywood una extensión de mi familia, no voy contra ellos, soy miembro de la Academia de cine, de esta familia, y creo que, como familia, tenemos un problema, y hay que resolverlo internamente».

El actor, nominado en dos ocasiones al Óscar -en la categoría de secundario por Ali en 2001 y por The Pursuit of Happyness en 2006, aseguró que no se siente dolido personalmente porque piense que le han quitado algo que se merecía, pese a que estaba en todas las quinielas de las nominaciones por su interpretación en Concussion.

«Para mí va mucho más allá: es necesario arrojar luz y recalcar la belleza de lo que hace que Estados Unidos y los Óscar de Hollywood sean tan grandes».

En su opinión, es la diversidad la verdadera fuente de riqueza y de poder cultural de Hollywood y no se puede permitir que «ese arco iris cultural que es América», se escape. »

Hollywood no sólo tiene la responsabilidad de reflejarlo, sino que debe ser líder en la creación de esos contenidos diversos, así que yo quiero un Hollywood más colorido y más diverso, eso es todo», agregó.

Vestido de negro, de manera informal, con un polo y unos vaqueros, el actor de casi 1,90 metros, visita hoy Madrid y mañana estará en Londres para hablar de Concussion, una cinta que sí muestra esa diversidad de la que habla, pero por encima de todo, apunta Smith, loa a un hombre íntegro. «Para mi es muy importante trasladar esto a mis hijos: tienes que ser auténtico, sobre todo contigo mismo, y normalmente el mundo no va a querer que lo seas, y a veces te castigará por ser quien eres».

Eso, reconoce, «lo recalco mucho en casa, les digo a mi familia que no tienen que pedir disculpas y que se sientan cómodos con ellos mismos, pero que sepan también que tienen que estar dispuestos a cargar con las consecuencias».

Y eso es lo que hace el personaje al que interpreta en su nuevo filme, un doctor nigeriano de currículum impresionante, que gracias a sus conocimientos y su perseverancia demostró los daños cerebrales que causaban años de golpes en la cabeza a los jugadores de fútbol americano. »

Todos queremos ser un poco así, todos anhelamos ser inteligentes como él, tener ese coraje, ese valor que a mi me demuestra que los supermán de carne y hueso existen», asegura el actor.

Una lucha titánica la de Benet Omalu, explica Smith, porque «estaba plantando cara a una de las corporaciones más poderosas del mundo y lo hizo consciente de las consecuencias y del precio que tendría que pagar por ello».

Y esa es, en opinión del actor estadounidense, la importancia de esta película, como lo fueron en su momento The Insider (1999) o Erin Brockovich (2000) , el desafío de un hombre «profundamente religioso y espiritual que cree en el poder de la verdad y que está dispuesto a contarla. Eso -añade Smith- es y debería ser una inspiración».

Un papel importante para Smith, que lejos de pensar que ya ha llegado al techo en su carrera (pocos actores pueden presumir de haber hecho más de treinta largometrajes, la mitad de ellos, bombazos de taquilla, y una serie de televisión, The Fresh Prince of Bel-Air, que fue vista en todo el mundo) , cree que aún está empezando.

«Esto no ha hecho más que empezar, esto es el calentamiento previo. Mira, personajes como este Omalu te hacen crecer mucho como actor y como persona. Te hace ver un mundo diferente y hermoso en mi interior. Voy a intentar pintar ese interior y morir en el intento», afirma con una enorme y sincera sonrisa.

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