La historia del oso negro que fue sacrificado en Oregón porque era demasiado «amigable» con los humanos

Un oso negro fue sacrificado por autoridades de Oregón, en Estados Unidos, porque se había acostumbrado a la presencia de los visitantes a un bosque público, donde le dejaban comida y posaban para diversas selfies que fueron publicadas en redes sociales.

El Departamento de Policía de Oregón alertó sobre la presencia del ejemplar en las inmediaciones del Lago Hagg en Scoggins Valley Park, por lo que pidió a la población no acercarse a la zona para evitar riesgos y ataques.

Este anuncio provocó el arribo masivo de visitantes que optaron por arrojar frutas secas, semillas de girasol, maíz triturado y otros alimentos para el consumo del oso, quien rápidamente se habituó a la presencia de los humanos e incluso se les acercó tanto que posaba en sus fotografías que después se hicieron virales en redes sociales.

Los Biólogos de la vida silvestre del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregón notaron que el comportamiento del oso era demasiado social, lo que ponía en riesgo la seguridad de los visitantes al bosque, así que decidieron sacrificar al oso macho que pesaba alrededor de 100 libras y tenía entre 2 y 3 años de edad.

«Estamos tristes de informar que el oso fue ‘Letalmente eliminado’ por el departamento de Oregón«, informó el Departamento de Policía en su cuenta de Facebook.

Agregó que «los expertos en vida silvestre dijeron que la reubicación no era una opción para este oso. Nos entristece el resultado, pero dejamos que los expertos evalúen cuando se trata de este tipo de decisiones difíciles».

Explicaron que la muerte del oso fue el resultado del comportamiento que los humanos tuvieron ante la presencia del ejemplar masculino.

Un asistente del biólogo de vida silvestre del distrito, Kurt License, declaró que «los individuos que pusieron comida para este oso pudieron haber tenido buenas intenciones, pero los osos nunca deben ser alimentados».

Añadió socializar con un oso es amenaza para la seguridad pública, además de que se puede dañar a los animales silvestres al alimentarlos con «comida chatarra» que potencialmente los enfermará.

«Nunca es una buena idea alimentar a los animales salvajes que son perfectamente capaces de valerse por sí mismos, y siempre es mejor dejarlos solos y disfrutarlos desde una distancia segura», sentenció.