A 96 kilómetros del bullicio de Manhattan, una pequeña isla privada descansa en las aguas del lago Putnam. Y aunque uno pudiera pensar que adquirir un terreno así podría costar millones de dólares, su precio ha sacudido el mercado.
Protegida por frondosos árboles que conceden intimidad, la isla es conocida como «Willow Island». Para acceder a ella es necesario abordar un bote y cruzar el lago, en un trayecto que dura aproximadamente 10 minutos desde el puerto de New Fairfield, en el estado de Connecticut.
Escondida en el centro de Willow Island, una casa colonial asoma tras los arbustos. Construida en 1932, se cree que sus primeros propietarios la erigieron con piedras procedentes de una cantera familiar, que también se habrían utilizado para la construcción del túnel Holland, en Nueva York. Con una superficie de 179 metros cuadrados, la casa tiene un total de 35 ventanas que inundan sus cuartos de luz natural y la conectan con la naturaleza.
Cuatro amplios dormitorios se reparten entre las dos plantas. La propiedad cuenta también con una cocina gourmet, un baño completo, un aseo, y un porche con vistas al lago.
A unos pasos de la casa, un estudio independiente de 55 metros cuadrados se convierte en el espacio ideal para practicar yoga, meditación, pintar al óleo o escribir. Además de todos los muebles, el precio de venta incluye un pequeño barco que se alimenta de energía solar, ya que los botes a motor están prohibidos en el lago, para respetar el silencio del paraje.
«Accesible por barco, Willow Island es un paraíso para los amantes de la naturaleza, para la pesca, y entusiastas del aire libre», se lee en el anuncio publicado por Linda Finn y Regan Andrews, de Houlihan Lawrence.
«Es el lugar perfecto para escribir la próxima gran novela americana».
A pesar de su aislamiento, la casa dispone de electricidad, Internet, calefacción, jacuzzi, lavadora y secadora. Y todo se vende por el precio de USD 850.000, una cantidad que equivale al costo de un departamento de 2 dormitorios en Brooklyn.