Cuidadores de personas con demencia pierden entre 2 y 3 horas de sueño a la semana

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Los cuidadores de personas con demencia pierden entre 2,5 y 3,5 horas de sueño por semana debido a la dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, lo que es negativo para ellos y potencialmente para quienes reciben su atención, según un estudio de investigadores de la Universidad de Baylor (EEUU).

Para llevar a cabo el estudio, publicado en ‘JAMA Network Open’, los investigadores analizaron 35 estudios con datos de 3.268 cuidadores. Estos estudios midieron la calidad y cantidad del sueño al monitorear la actividad eléctrica del cerebro, los movimientos corporales y los informes de los cuidadores.

Los resultados mostraron que la diferencia entre el tiempo y la calidad del sueño fue significativa en comparación con los no cuidadores en el mismo rango de edad y con el mínimo de sueño recomendado: siete horas por noche para adultos. Los investigadores también analizaron los cambios relacionados con la intervención en la calidad del sueño, como el ejercicio durante el día, no tomar café o té al final de la tarde, no beber alcohol por la noche y recibir más luz solar por la mañana.

El análisis de los investigadores encontró que los cuidadores dormían menos y percibían que la calidad de su sueño empeoraba. Los autores del estudio explican que los despertares nocturnos de un paciente con demencia también pueden contribuir a alterar el sueño de los cuidadores.

«Perder 3,5 horas de sueño por semana no parece mucho, pero los cuidadores a menudo experimentan acumulación de pérdida de sueño durante años», ha asegurado el autor principal Chenlu Gao, candidato a doctorado en psicología y neurociencia en el Colegio de Artes y Ciencias de Baylor.

El doctor ha explicado que perder 3,5 horas de sueño semanalmente «además de todo el estrés, el dolor y la tristeza» puede tener un impacto «realmente fuerte en la cognición y la salud mental y física de los cuidadores». Pero mejorar la calidad del sueño de los cuidadores a través de «intervenciones conductuales de bajo costo» puede mejorar significativamente sus funciones y calidad de vida.

Los investigadores detallan que con esa pérdida extra de sueño cada noche, tal vez un cuidador podía olvidar alguna dosis de medicamentos o reaccionar más emocionalmente de lo que haría.

«Los cuidadores son algunas de las personas más inspiradoras y trabajadoras del mundo, pero la pérdida de sueño finalmente se acumula a un nivel que disminuye la vigilancia y la multitarea», ha afirmado Michael Scullin, director de Baylor’s Sleep Neuroscience and Cognition Laboratory y profesor asistente de psicología y neurociencia en Baylor.

Dados los resultados, los investigadores creen que, además de hacer falta más cuidadores de demencia en todo el mundo, los médicos deben considerar intervenciones de sueño no solo en el paciente sino también para el cónyuge, hijo o amigo que lo esté cuidando.

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