Se llama «impuesto rosa»: los mismos productos tienen precios muy diferentes, dependiendo del género.
Como por ejemplo el champú. Un estudio reciente llevado a cabo en Nueva York por el Departamento de Asuntos del Consumidor encontró que los productos del cuidado del cabello para mujeres cuestan en promedio un 48% más que los mismos productos para hombres.
Las mujeres de todo el mundo están luchando contra ese problema, acusando a los minoristas de «fijar precios de forma sexista».
La cadena farmacéutica británica Boots se vio obligada a bajar los precios de algunos artículos esta semana después de una campaña en línea que le hacía un llamado a la empresa para detener la injusta fijación de precios.
La petición demostró que la misma crema de la marca Boots cuesta 9,99 libras (14,50 dólares) para las mujeres y 7,29 libras (10,60 dólares) para los hombres. Las rasuradoras en cuestión tenían un precio de 2,29 libras (3,30 dólares) por un paquete de ocho rasuradoras para mujeres y de 1,49 libras (2,20 dólares) por un paquete de 10 rasuradoras para hombres.
Boots, el cual opera más de 2.500 tiendas en todo el Reino Unido, dijo que las diferencias de precios eran una «excepción». «Nunca hemos aplicado un sistema de precios que discrimina a las mujeres por lo que nos quedamos sorprendidos y decepcionados», dijo la compañía en un comunicado.
Las protestas están cobrando impulso. La fijación de precios basada en el género se debatió en el Parlamento británico el martes y una congresista se refirió a la práctica como una «explotación».
«A las mujeres les pagan menos y esperan que gasten más en productos y servicios… les cobran más simplemente por ser mujeres», dijo Paula Sherriff, del Partido Obrero, durante el debate.
Ella citó la investigación que Development Economics llevó a cabo en el 2012, la cual encontró que las mujeres pagan un promedio de 200 libras (291 dólares) más al año por bienes de consumo que son comercializados como productos de índole más femenino.
El informe del Departamento de Asuntos del Consumidor de Nueva York, publicado en diciembre, encontró patrones similares. Se compararon alrededor de 800 productos con versiones femeninas y masculinas de más de 90 marcas vendidas en Nueva York, en línea y en tiendas. Encontró que las mujeres pagan más en el 42% de los casos.
«Los hallazgos de este estudio sugieren que las mujeres están pagando miles de dólares más a lo largo de sus vidas por adquirir productos similares a los de los hombres», dice el estudio.