Cincuenta y dos personas murieron y 12 resultaron heridas este jueves en una disputa entre presos en una cárcel en el noreste de México, en el incidente más grave en una prisión en el país en al menos tres décadas.
El enfrentamiento entre los internos registrado esta madrugada tuvo lugar en el Penal de Topo Chico de la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León.
El gobernador Jaime Rodríguez confirmó en conferencia de prensa el balance de víctimas y aseguró que cinco de los heridos se encuentran en estado grave.
«Los hechos son sumamente lamentables y dolorosos para todo el estado de Nuevo León», afirmó.
«Estamos viviendo una tragedia derivada de la situación tan difícil que se encuentran los centros penitenciarios», agregó.
La disputa
Rodríguez dijo que sobre las 23:30 del miércoles (5:30 GMT) se reportó un enfrentamiento entre dos grupos de presos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, «El Credo», y Juan Pedro Saldívar Farías, «El Z-27».
En la riña, los presos incendiaron la bodega de víveres de uno de los sectores de la cárcel, señaló Rodríguez quien descartó el uso de armas de fuego durante el incidente.
La situación fue controlada a la 1:30 y agentes del Ejército, Marina y Policía Federal apoyan en las tareas de vigilancia.
Las autoridades descartaron que se haya producido una fuga, ni el intento, de los internos en el penal de Topo Chico, el más antiguo de Nuevo León, ubicado en el oeste de la ciudad, y Rodríguez afirmó que entre las víctimas no hay mujeres ni niños.
El gobernador explicó que se está llevando a cabo el proceso de identificación de víctimas a cargo de la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría (fiscalía) y que más tarde brindarán un nuevo reporte.
Imágenes de canales de televisión muestran a decenas de personas fuera de la cárcel que intentan saber qué ocurrió con sus familiares.
Durante un momento empujaron la reja de uno de los accesos al penal y la abrieron por la fuerza pero lograron ser repelidos por policías antimotines.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (Cedhnl) anunció que investigará los hechos en Topo Chico, que alberga a unos 3.500 presos.
Historial violento
Las cárceles del estado de Nuevo León, y en otras entidades también, han sufrido una serie de incidentes en los últimos años.
El más sangriento en la entidad había ocurrido en febrero de 2012 cuando una riña dejó 44 presos en el penal de Apodaca y provocó la fuga de 30 internos tras el enfrentamiento entre integrantes de Los Zetas y del cartel del Golfo.
En esa misma cárcel un año antes un incendio en el sector psiquiátrico ocasionó la muerte de 11 internos.
Y también en 2011 siete presos murieron tras una riña en el penal de Cadereyta.
En noviembre pasado, el Penal de Topo Chico había sido escenario de un momento de tensión luego de que familiares de los presos se agolparan en la entrada tras reportes de que había un motín dentro pero terminó siendo una falsa alarma.
Dos meses antes un líder de Los Zetas murió apuñalado en la prisión y otros 11 presos resultaron heridos.
La superpoblación carcelaria es la norma en las prisiones mexicanas y el autogobierno de los reos en ellas alcanza al 70%, según cifras oficiales.
En el marco de la llamada guerra contra el narcotráfico el número de presos ha ido en aumento y las bandas criminales suelen desafiar el control de las autoridades y trasladan sus enfrentamientos a las cárceles.
De acuerdo a cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), durante 2014 se registraron 1.737 incidentes violentos en los centros penitenciarios del país, el 82% de ellos fueron riñas entre presos.
Este incidente en la cárcel tiene lugar un día antes de la llegada del papa Francisco a México, quien tiene previsto visitar la próxima semana una cárcel en Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua.