El FMI no descarta que Latinoamérica entre en recesión por el coronavirus

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) no descarta que la región de Latinoamérica y el Caribe entre este año en una recesión debido a la crisis generada por el coronavirus, que afectará especialmente a los sectores de servicios, petrolero y de transporte, en una situación de bajos precios de las materias primas. 
 
En un artículo publicado este jueves en el blog de la institución, el director del FMI para Latinoamérica, el mexicano Alejandro Werner, advirtió de los efectos financieros globales de la rápida extensión del virus, como un aumento de los costos del endeudamiento, que «expondrá vulnerabilidades financieras que se han acumulado durante años de bajas tasas de interés». 
 
«La recuperación que esperábamos hace unos meses no se producirá y no se descarta un escenario de crecimiento negativo en 2020» para Latinoamérica y el Caribe, aseguró el experto. 
 
El responsable del FMI para la región se refirió a los efectos económicos que tendrán las medidas de contención del virus que están adoptando los Gobiernos de la zona, como el cierre de fronteras, de escuelas y otras medidas de distanciamiento social. 
 
«Estas medidas, junto con la desaceleración económica mundial y la interrupción en las cadenas de suministro, la caída de los precios de los productos básicos, la contracción del turismo y el fuerte endurecimiento de las condiciones financieras globales, están paralizando la actividad en muchos países latinoamericanos, dañando gravemente las perspectivas económicas de la región», señaló. 
 
Respecto a la fuerte caída del precio del petróleo que viene produciéndose por el avance de la pandemia, dijo que se espera que beneficie a los países importadores de crudo de la región, pero en las naciones que dependen en gran medida de las exportaciones petroleras «se amortiguará la inversión y la actividad económica». 
 
Entre los sectores que el FMI prevé más golpeados por la enfermedad están el de servicios, en general, con el turismo y la hostelería al frente, así como el de transportes, mientras que también augura una caída en el envío de remesas familiares. 
 
Además, la necesidad de apoyar los servicios de salud pública, así como a los hogares y sectores más afectados por la pandemia, generará una «presión fiscal significativa», pero todo dependerá de las características específicas de cada país. 
 
Según Werner, los Estados de América del Sur, en general, enfrentarán «menores ingresos por exportaciones, tanto por la caída de los precios de las materias primas como por la reducción de los volúmenes de exportación, especialmente a socios comerciales importantes como China, Europa y Estados Unidos». 
 
Asimismo, el endurecimiento de las condiciones financieras se espera que afecte más negativamente a «las economías más grandes y financieramente integradas» de Sudamérica y a aquellas «con vulnerabilidades subyacentes», con especiales efectos en «los sectores de servicios y manufacturero durante al menos el próximo trimestre, con un rebote una vez que la epidemia esté contenida». 
 
Sobre Centroamérica y México, el FMI prevé que se vean golpeados por la desaceleración económica de Estados Unidos, lo que deprimirá el comercio, la inversión extranjera directa, los flujos turísticos y las remesas. 
 
También hay exportaciones agrícolas clave, como el café, el azúcar y el banano, que se verán especialmente perjudicadas por la situación, al igual que los flujos comerciales a través del canal de Panamá debido a una menor demanda global. 
 
«Los brotes locales tensarán la actividad económica en el próximo trimestre y se agravarán las condiciones comerciales inciertas, especialmente en México», añadió el economista. 
 
Y en el Caribe, el efecto de la crisis se observará especialmente en el turismo, su principal industria, debido a las restricciones de viaje adoptadas por muchos países y por el propio «factor miedo” desatado por el virus, «incluso después de que el brote retroceda». 
 
El FMI marca como prioridad garantizar los gastos en sanidad pública, con ayudas de la comunidad internacional a las naciones que sufran limitaciones para «una crisis humanitaria». 
 
Werner menciona, además, medidas económicas para mitigar la crisis con estímulos fiscales y monetarios donde sea posible y «transferencias de efectivo, subsidios salariales y desgravaciones fiscales para que las familias y empresas afectadas puedan enfrentar este paro temporal y repentino en la producción». 
 
El directivo del FMI aseguró que este organismo «está listo para ayudar a mitigar las consecuencias económicas del coronavirus» y destacó que, dado que Latinoamérica ha sido una de las regiones que han sido golpeadas más tarde que otras, tiene la oportunidad de aplanar la curva de contagio con el ejemplo de otras. 

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