Los casos de contagio por coronavirus confirmados por una prueba PCR han aumentado en 1.095 en las últimas 24 horas, 341 más que el jueves, elevando la cifra total de personas infectadas a las 222.857. Además, se han registrado 229 muertes, lo que supone un total de 26.299 fallecidos, 16 más que ayer, según el informe publicado este viernes por el Ministerio de Sanidad.
La buena noticia es que 2.637 pacientes se recuperaron en un día —un aumento respecto de los 2.509 del jueves— y el total asciende a 131.148. Desde el comienzo de la pandemia, 11.222 personas han ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), 85 en las últimas 24 horas, y 121.776 han precisado hospitalización. No obstante, Andalucía, Baleares, Canarias, Cantabria, Ceuta, Melilla, Navarra y La Rioja no han registrado ningún ingreso en UCI en el último día.El presidente de Gobierno Pedro Sánchez hace un discurso durante una sesión en el Parlamento, el 9 de abril de 2020. (Mariscal/Pool vía REUTERS)
Con estas cifras, el Ministerio de Sanidad considera que la pandemia ya está en franca retirada, aunque insiste en recomendar prudencia a la hora de desescalar el confinamiento, por el riesgo de un rebrote. El gobierno de Pedro Sánchez se prepara para aprobar este viernes una nueva prórroga del confinamiento por el coronavirus, aunque ya más flexible, mientras las regiones esperan la autorización de las autoridades sanitarias para poner en marcha una nueva fase de la desescalada, con el foco puesto en Madrid, la región más afectada por el brote, que también solicitó el permiso.
Por ello, el Gobierno pidió esta semana mantener el estado de alarma, medida legal que permite limitar la libertad de movimiento y la reducción de la actividad económica. Tras lograr la autorización del Congreso después de duras negociaciones, el Consejo de Ministros ya está en condiciones de habilitar la prórroga.Salvador Illa, ministro de Salud de España, en una conferencia en Barcelona, el 12 de febrero (REUTERS/Nacho Doce/File Photo)
No obstante, aunque se mantiene el confinamiento, desde el próximo lunes 11 se entra en una nueva fase de distensión de esas medidas. Las autoridades regionales han presentado al Ministerio de Sanidad su plan para esta nueva etapa, y deben justificar que están preparadas para afrontar un posible rebrote de la enfermedad.
En este periodo se podrá visitar a la familia, comprar en el pequeño comercio sin cita previa, sentarse en la terraza de un bar o asistir a la iglesia. Es un alivio después de un duro confinamiento que comenzó el 14 de marzo.Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, junto a Pablo Casado, líder del Partido Popular, el 8 de noviembre de 2019 en Madrid (REUTERS/Sergio Perez)
Todas las regiones han pedido avanzar en el desconfinamaiento, aunque Cataluña, una de las más afectadas junto con Madrid, y Castilla y León, que tiene la tasa más alta de contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, excluyeron de esta nueva fase a parte de su territorio.
De cualquier modo, el foco está en Madrid, la región más castigada por la pandemia, con 63.870 casos registrados (el 29% del total de España), y 8.504 fallecidos (el 32% del total nacional). La decisión de presentar el jueves una solicitud formal para entrar en la nueva fase provocó tensión en el gobierno regional, una coalición de centro-derecha encabezada por Isabel Díaz Ayuso, y llevó a la dimisión de la directora general de Salud Pública. El Ministerio de Sanidad deberá responder, entre este viernes y el sábado, a las propuestas presentadas por los gobiernos regionales.