El papa Francisco reconoció el martirio de dos sacerdotes muertos durante el genocidio armenio entre 1915 y 1917, que se convertirán así en beatos, el paso previo a la santidad, informó este miércoles el Vaticano.
El pontífice autorizó la publicación del decreto que reconoce “el martirio de los Siervos de Dios Léonard Melki y Thomas Saleh, sacerdotes de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos; asesinados, por odio a la Fe, en Turquía, en 1915 y 1917”.
Los dos misioneros capuchinos de Baabdat, una ciudad libanesa en el distrito de al-Matn en el monte Líbano, a 22 kilómetros de Beirut, fueron arrestados, torturados y asesinados en Turquía durante el genocidio armenio perpetrado entre 1915 y 1917.
Léonard Melki (1881-1915) fue detenido el 5 de junio de 1915 y el 9 de junio fue torturado. Los verdugos le ofrecieron varias veces salvar su vida si abrazaba la religión islámica. El 11 de junio de 1915, con otros 416 compañeros, fue agregado a un convoy que se dirigía a Diarbékir (Turquía). En aquella ocasión, les preguntaron qué elegían entre la muerte o la conversión al Islam, pero todos permanecieron firmemente en la fe cristiana. Luego fueron brutalmente masacrados con hachas y golpes de cimitarra, y sus cuerpos fueron despedazados y arrojados en pozos y cuevas.
Por su parte, Thomas Saleh (1879-1917) fue arrestado y condenado a muerte y deportado en pleno invierno escoltado por un pelotón de soldados después de acoger a un sacerdote armenio durante el genocidio. Murió en el camino el 18 de enero de 1917 repitiendo con valentía: “Tengo plena confianza en Dios, no le temo a la muerte”, según consignó la Agencia Fides.
Según informó la Congregación para las Causas de los Santos, “la eliminación de los dos Siervos de Dios, como las masacres de otros cristianos ocurridas al mismo tiempo en esa región, ha pasado mucho tiempo en silencio, pero la fama de su martirio es actual hasta el día de hoy”.En 2015, Francisco fue el primer pontífice el referirse públicamente como genocidio armenio a la matanza de cerca de 1,5 millones de personas, (EFE/EPA/ANGELO CARCONI/Archivo)
Con el nuevo decreto, Melki y Saleh serán proclamados como beatos, el paso previo a la santidad, para lo que deberá reconocerse un milagro gracias a su intercesión, según las normas vaticanas sobre canonización. Aún no están definidas las fechas y el lugar de la beatificación.
En 2015, Francisco fue el primer pontífice el referirse públicamente como genocidio armenio a la matanza de cerca de 1,5 millones de personas, entre 1915 y 1917, a manos de la hoy Turquía, por entonces parte central del Imperio Otomano.
“El siglo pasado, la familia humana sufrió varias tragedias sin precedentes. La primera, que está considerada como el primer genocidio, golpeó al pueblo armenio”, planteó entonces el Papa en una toma de posición que le valió un fuerte choque diplomático con Turquía.
Tras una reunión con el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el obispo Marcello Semeraro, responsable de los procesos de beatificación y santidad del Vaticano, el Papa también aprobó los milagros atribuidos a tres fundadores de órdenes religiosas y reconoció el martirio de otros dos mártires: el padre Luigi Lenzini, quien fue asesinado en Italia en 1945, y la brasileña Isabel Cristina Mrad Campos, quien fue asesinada en 1982 a la edad de 20 años por resistirse a la violación.