Este martes 26 de enero se cumplen 208 años del nacimiento de Juan Pablo Duarte, uno de los Padres de la Patria y fundador de la nación dominicana. La fecha marca el inicio de las celebraciones del Mes de la Patria, que se extienden hasta el Día de la Independencia Nacional, el 27 de febrero.
Juan Pablo Duarte Diez nació en la ciudad de Santo Domingo el 26 de enero de 1813, durante el período histórico conocido como la España Boba. Era hijo del español Juan José Duarte Rodríguez, originario de Cádiz, y la dominicana Manuela Diez Jiménez, oriunda de El Seibo.
Tenía solo ocho años cuando José Núñez de Cáceres proclamó la Independencia Efímera, en diciembre de 1821, y nueve cuando el general haitiano Jean-Pierre Boyer ocupó la parte este de la isla La Española, en febrero de 1822.
Uno de los episodios más conocidos en la vida de Duarte, por lo que significó para su pensamiento y para la tierra que lo vio nacer, fue el viaje que emprendió a Europa en 1829 por motivo de estudios. Los ideales democráticos tuvieron tal influjo sobre el adolescente que al regresar a su isla lo hizo con la determinación de iniciar un movimiento que pusiera fin a la ocupación haitiana.
Para cumplir su objetivo fundó, junto con otros jóvenes conspiradores, la sociedad secreta La Trinitaria (1838). Él y los demás conjurados crearon también La Filantrópica y La Dramática, que empleaban el teatro para difundir sus ideales de libertad.
Como líder del movimiento, sufrió la persecución y se encontraba fuera de la isla cuando se produjo la proclamación de la Independencia Nacional.
El prócer sufrió el acoso de sectores conservadores que lo acusaron de traidor y lo expulsaron del país apenas meses después del nacimiento de la nueva República, en 1844.
Entonces, el Padre de la Patria desaparece de la vida pública durante 20 años y se interna en la selva venezolana. Cuando sale de su anonimato y vuelve a República Dominicana, en marzo de 1864, lo hace para ponerse a las órdenes del Gobierno Restaurador y trae consigo el dinero y las armas que recolectó para la causa.
Sin embargo, una vez más, tuvo que salir del país. El Gobierno Restaurador lo nombró representante dominicano en el exterior, con el objetivo de recolectar fondos.
Duarte no volvería al país. Al menos, no con vida. En 1876, a sus 63 años, murió en Venezuela.