Washington quiere “hechos” en la cumbre climática de Biden

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Estados Unidos prometió este miércoles presionar a los países más contaminadores del mundo para que “eleven” sus “ambiciones” en la lucha contra el calentamiento global, en la víspera de la gran cumbre climática organizada por Joe Biden.

“No hay mayor desafío para este gobierno, y para Estados Unidos, que combatir la crisis climática”, dijo una funcionaria estadounidense antes de la reunión virtual del jueves y viernes con unos 40 líderes mundiales, incluido el papa Francisco.

“Todos sabemos que debemos hacer más para doblar la curva de las emisiones globales”, agregó, al tiempo que reclamó “un nivel sin precedentes de cooperación planetaria”.

Otro alto funcionario del equipo de Biden señaló que esperaban “hechos en esta reunión”, un paso hacia la importante conferencia de la ONU, la COP26, programada para noviembre en Glasgow, Escocia.

“Esperamos que los líderes hagan anuncios para aumentar su ambición al indicar los próximos pasos que pretenden dar para ayudar a resolver el problema climático de manera colectiva”, dijo.Acuerdo europeo in extremis

Las principales potencias invitadas, que juntas representan el 80% de las emisiones globales de gases responsables del calentamiento, se prepararon el martes para esta cumbre, que se supone demuestra que Estados Unidos está de vuelta en esta lucha tras la desvinculación ostentada por Donald Trump.

China y Estados Unidos son los dos principales emisores de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento climático. Su entendimiento se antoja crucial para el éxito de los esfuerzos internacionales destinados a reducir estas emisiones.

A pesar de las fuertes tensiones bilaterales, chinos y estadounidenses parecen decididos a colaborar sobre el clima y Pekín confirmó el miércoles la participación del presidente Xi Jinping en la cumbre virtual organizada por Biden.

El jefe del Estado chino “pronunciará en línea desde Pekín” un “importante discurso” en la cumbre virtual del jueves y viernes, dijo el miércoles el ministerio chino de Asuntos Exteriores, poniendo fin a una cierta incertidumbre en cuanto a su participación.

También en desacuerdo con los estadounidenses, Vladimir Putin prometió que Rusia, un importante productor de hidrocarburos, actuaría “severamente” para “enfrentar los desafíos del cambio climático”.

El presidente ruso se ha fijado el objetivo de que el volumen acumulado de emisiones netas de gases de efecto invernadero de su país caiga por debajo del promedio establecido por la Unión Europea durante los próximos 30 años.

En cuanto a la UE, precisamente, podrá plantear una postura positiva después de un acuerdo in extremis entre los eurodiputados y los Estados miembros sobre una reducción neta de “al menos el 55%” de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en comparación con el nivel de 1990.

Pero estos esfuerzos quedan, según los expertos, por debajo de los objetivos del Acuerdo de París establecido en 2015, el cual puso como objetivo mantener el calentamiento global por debajo de + 2 °C, si es posible + 1,5 °C, en comparación con la era preindustrial.

Estados Unidos, el segundo país más contaminador, se ha comprometido a reducir sus emisiones entre 26 y 28% para 2025, en comparación con 2005. Los expertos esperan que establezca un nuevo objetivo de reducir a la mitad para 2025- 2030.

Biden, que quiere erigirse como líder mundial en la lucha contra el calentamiento, debe aplanar la inconstancia de su país en este asunto.

El regreso estadounidense al Acuerdo de París no es “glorioso”, había dicho la diplomacia china la semana pasada, burlándose de “un mal alumno que vuelve a los pupitres de la escuela después de haberse saltado los cursos”.

En ausencia de Estados Unidos durante la era Trump, Pekín había asumido un papel importante junto a la UE en la lucha contra el cambio climático.

Así, Xi Jinping había suscitado aplausos a finales de 2020 al anunciar que su país comenzaría a reducir sus emisiones de CO2 antes de 2030, para lograr en 30 años la “neutralidad de carbono”, es decir, retener tantos gases como se emiten.

El entendimiento entre China y Estados Unidos es crucial para el éxito de los esfuerzos internacionales, por lo que las dos potencias rivales parecen decididas a dejar temporalmente a un lado sus diferencias para colaborar más activamente en el clima.

El sábado se comprometieron a “cooperar” sobre el cambio climático, después de una visita a Shánghai del enviado estadounidense John Kerry, quien consideró “suicida” cualquier falta de colaboración.

Además de la cumbre sobre el clima organizada por iniciativa de Biden, se prevén otros dos acontecimientos importantes en materia de medio ambiente en 2021: la COP15 biodiversidad, en octubre en China, y la COP26 del clima en Glasgow.

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