Israel seguía castigando este viernes la Franja de Gaza con artillería y bombardeos aéreos en respuesta a una nueva andanada de cohetes disparados desde el enclave controlado por Hamás, pero detuvo una ofensiva terrestre en este conflicto que ya deja más de 100 muertos, la mayoría palestinos.
“La aviación israelí y tropas en tierra realizan en la actualidad un ataque en la Franja de Gaza”, declaró el ejército en un breve mensaje, pero poco después aclaró que sus soldados no habían entrado en el enclave palestino, atribuyendo la información previa a un “problema de comunicación”.
El ejército desplegó el jueves carros y otros vehículos blindados a lo largo de la barrera que separa Israel del enclave palestino de donde el ejército israelí se retiró unilateralmente en 2005.
La última gran operación militar israelí en este territorio palestino de dos millones de habitantes, remonta a 2014. El conflicto entre Israel y Hamás, su enemigo jurado, duró entonces 50 días y dejó al menos 2.251 muertos de lado palestino, en su mayoría civiles, y 74 de lado israelí, prácticamente todos soldados.
Antes del anuncio israelí, el brazo armado de Hamás advirtió que “toda incursión terrestre en cualquier zona de la Franja de Gaza será la ocasión para aumentar el número de muertos y de presos en filas del enemigo”.
El ministerio de Defensa israelí dio luz verde al ejército para movilizar en caso necesario a miles de reservistas.
Paralelamente a la operación terrestre, el ejército del aire prosiguió los bombardeos contra objetivos de Hamás en la Franja de Gaza, que provocaron que cientos de personas abandonaran sus casas para protegerse de las bombas, según testigos y periodistas de la AFP en el lugar.
Hamás, que seguía disparando cohetes contra Israel en la madrugada del viernes, trató de enviar drones con cargas explosivas, según el ejército.
Desde el lunes, cuando se inició este nuevo ciclo de violencia, 103 palestinos, entre ellos 27 niños, han muerto en la Franja de Gaza, y 580 han resultado heridos, según un último balance del Ministerio de Salud.
En Israel, siete personas, entre ellas un niño de seis años y un soldado, han muerto.
– Vuelos desviados –
Asimismo, desde el Líbano se dispararon tres cohetes contra Israel, pero cayeron en el Mediterráneo, según el ejército. Según una fuente militar libanesa, los proyectiles salieron de un sector cercano a un campo de refugiados palestinos.
El nuevo conflicto estalló tras el lanzamiento de una andanada de cohetes contra Israel en “solidaridad” con los más de 700 palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, sector palestino ocupado por Israel desde 1967.
Los disturbios en la explanada, tercer lugar santo del islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén Este, debido, sobre todo, a la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos judíos en un barrio de la Ciudad Santa.
“Llevará tiempo pero vamos a restaurar la calma en Israel”, dijo el jueves el primer ministro Benjamin Netanyahu, que visitó una batería del escudo antimisiles “Cúpula de Hierro”.
Según el ejército, en torno al 90% de los 1.750 cohetes lanzados desde el lunes desde la Franja de Gaza fueron interceptados por dicho escudo.
Por su parte, Hamás, que instó a las compañías aéreas a suspender sus vuelos con destino en Israel, anunció que lanzó un cohete en dirección al segundo aeropuerto de Israel, en el sur, hacia el que, según las autoridades israelíes, habían sido desviados todos los vuelos con destino en Tel Aviv.
Varias aerolíneas suspendieron los vuelos al aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv.
Las autoridades estadounidenses pidieron a sus ciudadanos que eviten viajar a Israel por la violencia.
– Reunión de la ONU –
Al conflicto con Hamás, se suma la escalada entre árabes y judíos en varias ciudades mixtas de Israel, un nivel de violencia que no se veía desde hace décadas, según la policía israelí.
Cerca de 1.000 miembros de la policía de fronteras han sido convocados para reforzar las ciudades, teatro de disturbios intercomunitarios desde el martes. Más de 400 personas, judías y árabes, han sido detenidas en los últimos tres días.
El jueves por la noche, un hombre abrió fuego con arma semiautomática contra un grupo de judíos, hiriendo a una persona en Lod, cerca de Tel Aviv, según un testigo y la policía.
Grupos de extrema derecha israelíes se enfrentaron en las ciudades a fuerzas de seguridad y árabes israelíes, los descendientes de palestinos que permanecieron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó en un tuit el jueves a una “desescalada y el cese de hostilidades inmediatos en Gaza e Israel”.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto realizar el domingo una reunión virtual pública, tras la oposición de Estados Unidos, según fuentes diplomáticas, a reunirse de urgencia este viernes.