Seis miembros de una familia italiana que no se habían vacunado contra el coronavirus murieron por la COVID-19 en poco más de un mes, lo que ha conmocionado la pequeña localidad siciliana de Pietraperzia, en el sur del país, donde residían.
El primero en morir fue el padre, de 80 años, que falleció en su casa tras la llegada de los servicios de emergencia, que no pudieron hacer nada para salvarle, mientras que la última fue este viernes una de sus hijas, de 52 años, revelan los medios locales.
También fallecieron la madre, de 78 años, junto a un hijo, de 50, y una hija de 55, además de una familiar cercana, que murieron en el hospital Umberto I de Enna, en el que habían ingresado a finales de diciembre en graves condiciones.
Salvuccio Messina, alcalde de Pietraperzia, un pueblo de poco más de 7.000 habitantes, escribió en su perfil institucional en redes sociales que él y la administración municipal «se unen al dolor desgarrador de la familia por la pérdida de sus seres queridos».
«Estamos devastados. Lo hemos perdido todo», dijo por su parte Noemi, de 25 años y sobrina de la madre al diario «La Sicilia», donde explicó que ninguno de ellos estaba vacunados.
«Tenían miedo porque había amigos y conocidos que habían sufrido las consecuencias de la vacuna y, por lo tanto, todos habían decidido no hacerlo», explicó, mientras el director sanitario del hospital Umberto I aseguró que «esta tragedia familiar demuestra que la única arma para evitar consecuencias tan nefastas es la vacuna».