Con su inauguración programada para el 2018, la expansión del Crossrail –la red ferroviaria de Londres– es el proyecto de ingeniería civil más grande en Europa.
Una vez terminado, 56 kilómetros (35 millas) de túneles, estaciones y enlaces nuevos conectarán los suburbios de las afueras con el centro de la ciudad y al aeropuerto Heathrow, casi 40 metros (131 pies) por debajo de la ciudad.
Es una gran hazaña de ingeniería con un presupuesto de más de 20.000 millones de dólares.
Para los involucrados, el desafío más grande se ha presentado al trabajar en una ciudad densamente poblada como la de Londres, inmersa en 1.000 años de historia industrial.
«No son solo edificios o el subterráneo, sino corredores utilitarios. Ha sido el desafío más grande de mi carrera», le dijo Linda Miller, la directora del proyecto, a CNN.
En la estación Farringdon en el centro de Londres, los que trabajan en el proyecto se refieren a ella como «el corazón del Crossrail».
De las ocho máquinas que perforan túneles y que hacen sonar las diferentes partes de la ciudad, cuatro de ellas terminaron en Farringdon: «Algunas veces en este trabajo se siente como si has aterrizado en la luna, esto esto está tan irreconocible», explica Miller, «(pero) esto pasará de verse como la luna hasta verse como un sistema de transporte».
El trabajo en el Crossrail comenzó desde hace seis años, con un equipo que trabaja las 24 horas al día debajo de la ciudad.
Pero incluso un milímetro de movimiento en la tierra puede causarle problemas a los edificios sobre el suelo.
Los ingenieros necesitan compensar esto bombeando cemento blanco a través de tuberías para estabilizar los edificios en la superficie.
Las inmensas cantidades de material removido para abrirle camino a los túneles están siendo usados para crear una reserva natural de 607,03 hectáreas en Essex.
Además, el proyecto es un desafío para los que lo dirigen: «Cada vez que tienes un gran proyecto como este, todo se trata de cómo lo divides y lo arreglas en partes pequeñas y posibles de alcanzar», explica Bill Tucker, director de entrega de la sección central, quien dirige a 650 empleados y a 22 contratistas.
Tucker compara la habilidad involucrada a la de un director de orquesta: «Estoy allí con la partitura, asegurándome de que todos estén tocando en la misma nota, en la misma barra y al mismo ritmo».
cnn