Los precios mundiales de los alimentos repuntaron en marzo, subiendo por primera vez desde julio de 2023, impulsados por el aumento de los precios de los aceites vegetales, y a pesar de una nueva caída en los precios de los cereales, dijo el viernes la FAO.
El índice de precios de los alimentos calculado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que sigue la variación de los precios internacionales de una cesta de productos básicos, creció 1,1% en marzo con respecto a febrero.
En un año, en cambio, la tendencia sigue siendo a la baja, con una disminución del 7,7% con respecto a marzo de 2023.
El aumento de los precios de los aceites vegetales es el responsable del alza de los precios en marzo.
El índice FAO del precio de los aceites vegetales subió 8%, «alcanzando su récord en un año», subraya la FAO en su informe mensual, señalando que «las cotizaciones de los aceites de palma, soja, girasol y colza aumentaron».
Las causas de este aumento son diversas, según la FAO: el aceite de palma sufrió cosechas estacionales «menos buenas de lo previsto», combinadas con una fuerte demanda en el sudeste asiático, y la soja está «impulsada» por el sector de los biocombustibles.
En menor medida que los aceites vegetales, los productos lácteos y la carne, también aumentaron 2,9% y 1,7%, respectivamente.
Por el contrario, el índice FAO del precio de los cereales bajó 2,6% en marzo, situándose «20% por debajo de su valor de marzo de 2022», señala la organización.
«Este retroceso se debe a la disminución de los precios mundiales del trigo, debido a la fuerte competencia de exportación» entre la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos, explica la FAO.
El arroz también disminuyó este mes, un 1,7%. Solo el precio del maíz aumentó, «en parte debido a problemas logísticos en Ucrania», dice la FAO.
Por último, los precios del azúcar cayeron 5,4%. Una disminución debida principalmente «a la revisión al alza de las previsiones de producción de azúcar para 2023/24 en India y a la mejora del ritmo de la cosecha de azúcar en Tailandia al final de la temporada».
«Las importantes exportaciones de Brasil también afectaron los precios mundiales del azúcar», añade la organización.