A 11 días de la emisión de una alerta de tsunami en República Dominicana y otros países del Caribe, la Comisión Nacional de Emergencias se reunió este miércoles. Discutieron la actualización de los protocolos de actuación ante este tipo de desastres naturales. También, las infraestructuras resilientes ante eventos catastróficos.
El encuentro fue encabezado por su presidente y director ejecutivo de la Defensa Civil, Juan Salas. Él resaltó los avances del país en la materia basados en la Ley 147-02 y la articulación institucional. Además, mencionó la presencia de nuevos actores clave, que facilitarían la toma de decisiones ante eventos súbitos como los terremotos y tsunamis.
La alerta de tsunami emitida en El Caribe
El pasado 8 de febrero un terremoto de magnitud 7,6 se registró en el mar Caribe, a unos 209 kilómetros de la costa de las Islas Caimán. Este provocó que se activaran las alertas de tsunami en al menos una decena de países: Caimán, Cuba, Panamá, Colombia, Haití, Aruba, Belice, Costa Rica, Bahamas, República Dominicana y Honduras.
El temblor ocurrió a una profundidad relativamente baja, lo que aumentó el riesgo de la generación de olas gigantes. Posteriormente, el Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de EE.UU. canceló todas las alertas de tsunami que se habían activado tras el terremoto.
Proyecto de fortalecimiento de infraestructuras
Otro de los temas del encuentro, que reunió 36 representantes de instituciones miembro, fue la socialización del “Proyecto Fortalecimiento de capacidades, seguridad y resiliencia de infraestructura crítica en República Dominicana, Cuba y Haití”. Este proyecto fue financiado por La India y presentados por la señora Ana María Pérez, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Esta iniciativa es parte de las acciones que ejecuta la Coalición para la Infraestructura Resiliente ante Desastres (CDRI). Esta es una entidad internacional de países, agencias de las Naciones Unidas, bancos multilaterales de desarrollo, el sector privado e instituciones académicas. Tiene como objetivo promover las infraestructuras resilientes ante desastres.