Una de las principales asesoras de Donald Trump dijo el domingo que los más leales simpatizantes del presidente electo se sienten «traicionados» de que esté considerando a Mitt Romney, uno de sus más duros críticos, como secretario de Estado.
«Estoy a favor de la unidad del partido, pero no estoy segura de que el precio deba ser el puesto de secretario de Estado», dijo Kellyanne Conway, jefa de campaña de Trump, al programa State of the Union de CNN.
Y añadió: «Es impresionante el alcance y la intensidad del tipo de mensajes que he recibido de todo el país… el número de personas que se sienten traicionadas por pensar que el gobernador Romney recibiría el puesto más importante del gabinete después de haber ido tan lejos en su forma de atacar a Donald Trump».
Romney está peleando tras bambalinas por el puesto con Rudy Giuliani, aunque algunas opciones alternativas han surgido, como el general David Petraeus y el senador Bob Corker.
Conway dijo que parte del enojo surge de los ataques personales de Romney contra Trump.
«Existió el movimiento Nunca Trump y Romney dando discursos contra Donald Trump, atacando su carácter», dijo Conway.
Reince Preibus, futuro jefe de gabinete de Trump, desestimó una posible pelea, sugiriendo que la elección de Romney lograría un buen «equipo de rivales» para Trump.
«Él va a tomar la mejor decisión para el pueblo de Estados Unidos. No es un tema que cause conflicto. Quiero decir, hay muchas opiniones sobre esto y sí, es algo como la idea de un ‘equipo de rivales’ si uno ve hcia la idea de Romney», dijo Preibus en Fox News.
Preibus declinó decir si Romney deberá disculparse públicamente de los ataques contra Trump y también señaló a Petraeus como una posible tercera opción.
En contacto con Obama
Por otro lado, Kellyanne Conway dijo que Trump y el presidente Barack Obama se mantienen en comunicación constante.
Cuestionada en la NBC sobre a quién consultaba Trump sobre las políticas hacia Cuba, Conway respondió: «Incluso está hablando con el presidente Obama. Sabes, más allá de la reunión que tuvieron más o menos 30 horas después de que el presidente Trump ganara la elección, han conversado regularmente sobre varios temas. Apenas ayer hablaron».
Conway dijo que habían hablado unos 45 minutos el sábado, pero declinó comentar el contenido de la conversación. Trump disfruta hablar con Obama, a pesar de sus desacuerdos, dijo.
Obama ha prometido ayudar a facilitar la transición de Trump hacia la Casa Blanca, a pesar de los desacuerdos del pasado
