Las dietas bajas en grasa y carbohidratos, poco exitosas

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Algunas dietas afirman que debes consumir menos grasa para siquiera pensar en perder peso. Otras insisten en que la única manera de bajar kilos es cortando los carbohidratos. Un nuevo estudio sugiere que no importa mucho la dieta que sigas.

Los investigadores se dieron a la tarea de contestar este antiguo debate: ¿las dietas bajas en grasa son mejores que las demás? En un concurso entre una dieta baja en grasa y una alta en grasa o baja en carbohidratos, ¿cuál ganaría?

Ha habido toneladas de investigación sobre el tema y los investigadores analizaron 53 estudios que compararon la cantidad de peso perdido tras un año o más de comenzar varias dietas. Los tipos comunes incluyen las dietas bajas en grasa, como la dieta popular alta en carbohidratos del Dr. Dean Ornish, la dieta baja en carbohidratos como el programa popular creado por el Dr. Robert Atkins y las dietas altas en grasa, como la Mediterránea, que ha mostrado tener otros beneficios a la salud además de la pérdida de peso.

Generalmente, los participantes del estudio que siguieron una dieta baja en grasas obtuvieron menos del 30% (y en ocasiones sólo el 10%) de sus calorías de grasas. Los que siguieron las dietas altas en grasas y bajas en carbohidratos usualmente obtuvieron al menos el 30% (y a veces más del 60%) de calorías de grasa y menos del 10% de carbohidratos.

De todas las dietas que revisaron, ¿cuál resultó campeona? Ninguna.

El veredicto final fue que no hay una diferencia en la pérdida de peso entre las dietas bajas en grasa y altas en grasa. Sin embargo, las dietas bajas en grasa resultaron ligeramente mejores que las dietas bajas en carbohidratos; la gente había perdido alrededor de un kilo tras un año. Pero la diferencia es pequeña y los investigadores no consideran que eso acarree ningún beneficio significativo a la salud.

“Pensamos (que comparar) las dietas bajas y altas en grasa nos ayudaría a identificar la dieta óptima, pero es claro que sólo enfocarse en cuánta grasa hay en tu dieta no es lo que te va a ayudar a enfrentarte a la epidemia de obesidad”, dijo la Dra Deirdre Tobias, epidemióloga de Brigham Women’s Hospital y la Escuela de Medicina de Harvard. Tobias es la autora principal del estudio, que fue publicado en el diario The Lancet Diabetes & Endocrinology.

“La adherencia a largo plazo es lo que impulsará (la pérdida de peso) así que identificar qué alimentos saludables disfrutas, qué rutinas puedes seguir habitualmente, será lo que te llevará a una mejor pérdida de peso”, dijo Tobias.

Los estudios que Tobias y sus colegas analizaron usaron intervenciones que iban desde dar folletos a sus participantes describiendo las dietas que deberían iniciar, hasta proveer asesorías y alimentos. No es claro, sin embargo, qué tan bien se ajustaron los participantes de los estudios a las intervenciones y eso deberá ser tomado en cuenta en investigaciones futuras, mencionó Tobias.

La conclusión de los investigadores sobre concentrarse en los hábitos nutricionales resuena con un reporte reciente del Comité Asesor de Normas de Alimentación, que por primera vez sugiere una variedad de tipos de dieta para una salud óptima (y un impacto ambiental reducido), en lugar de una dieta en particular. (Tobias no estuvo involucrada en ese reporte, pero otro autor del estudio el Dr. Frank Hu era miembro del comité).

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Si bien el reporte del comité también marcó de alguna manera una exoneración para la grasa, todavía se recomienda limitar las grasas saturadas a un 10% de las calorías diarias y optar por lácteos bajos en grasas. Estas recomendaciones no fueron creadas con la idea de ayudar a la gente a perder peso, sino para promover mejor salud, menciona Tobias. (La grasa saturada ha sido ligada con enfermedades del corazón).

“La conclusión principal (de este estudio) no es que las dietas bajas en grasa son bastante malas en comparación con otras dietas, sino que todas son malas”, dijo Kevin D. Hall, investigador senior del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y de Riñón del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.

“Ninguna de las dietas salió particularmente bien, y tras un año, todas son pésimas”, dijo Hall, quien escribió una editorial que acompaña el artículo de investigación.

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El estudio encontró que la pérdida de peso media para todas las dietas tras un año o más fue de 3.8 kilogramos. El pobre resultado es probablemente porque muchas personas no perseveran en sus dietas tras seis u ocho meses, menciona Hall.

“Las dietas bajas en carbohidratos pueden ser más fáciles de seguir a corto plazo”, dijo Hall. La investigación de Hall y sus colegas sugiere que es el caso. “Y luego la gente se equivoca, así que son similarmente efectivas”, que las dietas bajas en grasas.

Si bien los resultados son frustrantes, no hay que perder esperanza, dice Hall. Hay un porcentaje pequeño de personas que han logrado una pérdida de peso sustancial a largo plazo a partir de sus dietas.

“Hay gente a la que le va muy bien en una dieta y no en otra” para el largo plazo, y la pregunta continúa, qué dietas son mejores para qué personas, dijo. Él está investigando para contestar esta cuestión. La respuesta probablemente recaerá en qué dietas hacen sentir satisfechas a las personas y son sencillas de incorporar a su estilo de vida.

cnn

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