Wikileaks filtra miles de documentos que atribuye a la CIA

El portal asegura que difundirá "la mayor filtración de datos de inteligencia de la historia"

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Julian Assange sujeta un informe de la ONU en la embajada de Ecuador AP

Wikileaks, la plataforma fundada por Julian Assange para la filtración de informaciones confidenciales o privadas, ha comenzado este martes la publicación de miles de documentos que atribuye al Centro de Ciberinteligencia de la CIA. Se trataría, de confirmarse la autenticidad de estos datos, de los detalles y herramientas de un programa de ciberespionaje de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos y el hecho pondría en un serio aprieto a la agencia federal

La plataforma asegura que se trata de la mayor filtración de documentos de la historia de la CIA, la cual, según Wikileaks, “recientemente perdió el control de la mayoría de su arsenal de hacking, incluyendo software, virus maliciosos, troyanos, sistemas de control remoto y documentación asociada”. “El archivo parece haber estado circulando de forma no autorizada entre antiguos hackers y proveedores del Gobierno, uno de los cuales le ha proporcionado fragmentos a Wikileaks”, añade en un comunicado.

Una parte de la filtración, a la que Wikileaks se refiere como «Año cero», consiste en 8.761 documentos y archivos de una red de alta seguridad aislada y situada en el citado Centro de Ciberinteligencia que la CIA tiene situado en Langley, Virginia, y que incluyen esos instrumentos para espionaje. Por otra parte, también habría lo que dice que son órdenes de la agencia de inteligencia estadounidense como partidos y políticos franceses como objetivo durante la campaña de 2012. Agentes de la CIA habrían recibido órdenes para averiguar las deliberaciones privadas de Nicolas Sarkozy sobre otros candidatos, así como las estrategias de François Holland y Marine Le Pen, las dinámicas de partido en la oposición y sus posiciones respecto a política económica.

A finales de año, las agencias de inteligencia de Estados Unidos acusaron a Moscú que orquestar una campaña de espionaje durante las presidenciales que se acababan de celebrar, pero de un calibre muy distinto de este, ya que acusaron al Kremlin de filtrar correos privados del Partido Demócrata -que Wikileaks publicó- y difundir noticias falsas, entre otras estrategias, con el fin de degradar la candidatura de Hillary Clinton y favorecer la llegada de Donald Trump al poder.

Este episodio enfrentó a Trump, entonces presidente electo, contra sus propios servicios de espionaje, a los que restó credibilidad. Después de la toma de posesión, el 20 de enero, una vez ya en la Casa Blanca, el enfrentamiento volvió cuando la prensa publicó las conexiones de miembros de su equipo con Moscú. Las revelaciones de este martes, de confirmarse, darán a Trump una buena baza para insistir en que la agencia de inteligencia está plagada de soplones que no cuidan bien de la información confidencial. Jonathan Liu, un portavoz de la CIA citado por AP, se limitó señalar que no haría comentarios sobre la autenticidad o contenido de dichos documentos.

WikiLeaks había planeado una rueda de prensa a través de internet para presentar su proyecto Vault 7, pero posteriormente anunció en Twitter que sus plataformas habían sido atacadas y que intentará comunicarse más tarde. En un comunicado, el australiano, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012, dijo que la filtración de este martes es «excepcional desde una perspectiva legal, política y forense».

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