En plena escalada de tensión, las escaramuzas entre la dictadura comunista de Corea del Norte y su alianza enemiga, Japón y Estados Unidos, no cesan. Estos dos países realizaron el martes por la noche un ensayo anti misiles conjunto que fracasó. A su vez, Pyongyang ha efectuado otra prueba balística.
Este jueves ha tenido lugar en Ohio (EE UU) el concurrido funeral de Otto Warmbier, el joven de 22 años que en 2015 viajó a Corea del Norte, volvió a su país la semana pasada en estado vegetativo tras permanecer cautivo en el estado asiático y falleció este mismo lunes. Su muerte ha elevado la ya alta temperatura del conflicto entre Pyongyang y Washington. «Es un régimen brutal», reaccionó Donald Trump, «y seremos capaces de enfrentarlo».
Japón, el rival de Corea del Norte que, después de Corea del Sur, se encuentra por cercanía más expuesto a un ataque, y su socio, Estados Unidos, amenazado por los planes del régimen de Kim Jong-un de desarrollar un misil capaz de alcanzar su costa Oeste, trabajan en un sistema para interceptar desde el mar misiles que pudiera disparar el Ejército norcoreano. El martes hicieron una prueba frustrada.
Desde la base militar estadounidense de Kauai, una de las islas del archipiélago de Hawai, en el océano Pacífico, lanzaron un misil de corto a medio alcance. El buque destructor de misiles USS John Paul Jones lo detectó, siguió el proyectil y soltó un cohete guiado SM-3 Block IIA cuyo destino era impactar y destruir el enviado desde la isla pero no dio en el blanco.
En febrero ambos países había hecho un primer ensayo con éxito. Washington y Tokio desarrollan desde 2006 este sistema de defensa, en el que el primero ha invertido 2.200 millones de dólares y el segundo alrededor de mil millones.
En cuanto al ensayo realizado por Corea del Norte, reportado por la agencia Reuters con base en información anónima de un funcionario estadounidense, solo se conoce por el momento que el Pentágono cree que se ha tratado de una prueba parcial más del programa de Pyongyang para conseguir tener un misil de alcance intercontinental que ponga a tiro a Estados Unidos.