El conteo de espermatozoides de los hombres en el mundo occidental se ha reducido en más de la mitad durante un período de 40 años, según un estudio internacional descrito por sus autores como “una urgente alerta” acerca del declive de la salud masculina.
“La disminución del conteo de espermatozoides ha sido motivo de gran preocupación desde que se reportó por primera vez hace 25 años”, dijo la autora Shanna Swan de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en Nueva York. “Este estudio definitivo muestra . . . que el declive es fuerte y continuo”.
Los investigadores, dirigidos por Hagai Levine de la Universidad Hebrea de Jerusalén, estudiaron 7,500 estudios de espermatozoides realizados en todo el mundo entre 1973 y 2011. Eligieron para el metaanálisis 185 estudios que cumplieron con altos estándares de diseño y prácticas de laboratorio.
Los resultados, publicados en Human Reproduction Update, muestran disminuciones del 52.4 por ciento en la concentración de espermatozoides y 59.3 por ciento en el total de espermatozoides entre los hombres en América del Norte, Europa, Australia y Nueva Zelanda. Los sujetos no fueron seleccionados de acuerdo a su estado de fertilidad.
“Cuando limitamos el análisis a los estudios después de 1995, no encontramos ningún indicio de que el declive esté estabilizándose”, dijo el Dr. Levine. “Estos hallazgos tienen serias implicaciones para la salud pública”.
Otros expertos en fertilidad quienes no estaban involucrados en el proyecto se hicieron eco de la preocupación de los autores. “La magnitud de la disminución en el número de espermatozoides en el mundo occidental que se puso de manifiesto en este estudio es impactante”, dijo el profesor Daniel Brison de la Universidad de Manchester.
El profesor Allan Pacey de la Universidad de Sheffield, quien ha sido escéptico acerca de investigaciones anteriores que muestran el descenso del número de espermatozoides, dice que la última investigación abordó muchas de sus críticas. Pero instó a la gente a “tratar este estudio con precaución, ya que el debate aún no ha sido resuelto y es evidente que hay mucho trabajo por hacer”.
El profesor Pacey señaló también que la disminución reportada de 99 millones a 47 millones de espermatozoides por mililitro aún deja el recuento promedio dentro de lo que las clínicas de fertilidad consideran el rango “normal”.
Aunque el estudio no examina las posibles razones de la disminución, “los estudios anteriores han asociado el bajo conteo de espermatozoides con influencias ambientales y de forma de vida, incluida la exposición prenatal a productos químicos, la exposición de adultos a pesticidas, el tabaco, el estrés y la obesidad”, dijo el Dr. Levine.
Pero hay poca evidencia disponible para desentrañar los posibles factores. “Los esfuerzos de investigación para identificar estas causas deben redoblarse y se debe llegar a conocer con certeza la causa”, dice el profesor Richard Sharpe, de la Universidad de Edimburgo.
En el norte de Europa, actualmente más del 15 por ciento de los varones jóvenes tenían un conteo de espermatozoides lo suficientemente bajo como para afectar su fertilidad, agregó el profesor Sharpe, y “es probable que la situación empeore en lugar de mejorar”.
La combinación de la disminución de los conteos de esperma y un creciente retraso en los intentos de las parejas por tener bebés — a menudo hasta que la mujer ha llegado a los 30 años y su propia fertilidad está disminuyendo — crearon un “doble castigo” para la concepción natural en las sociedades occidentales modernas, dijo.
Por Clive Cookson (c) 2017 The Financial Times Ltd. All rights reserved