Miles de habitantes de Barcelona guardaron un minuto de silencio ayer viernes en honor a las víctimas del reciente ataque terrorista en la ciudad, dejando por un momento sus diferencias políticas sobre los anhelos independentistas de Cataluña.
El primero de octubre se realizará un referéndum sobre el tema, a pesar de que el gobierno central lo considera ilegal, y en los últimos tiempos se ha vuelto común ver banderas catalanas en Barcelona, la capital de esa rica región. La bandera roja y amarilla con la estrella azul ha venido a simbolizar las ansias independentistas.
Cuando comenzó la ceremonia de recordación en la Placa Catalunya y unas cuantas personas alzaron banderas españolas y catalanas, otros les criticaron y gritaron: “¡Fuera la bandera!” Fue un momento elocuente que expresó la unidad colectiva a pesar de la controversia. Reinaba un ánimo de solidaridad multitudinaria tras el ataque del jueves en el paseo Las Ramblas. “Estamos aquí por las víctimas, para protestar en contra de lo que pasó”, declaró Anna Esquerdo, asistente de una tienda local. “Esto no es para hacer política”. Las animosidades políticas parecían evaporarse al tiempo que se elevaban las expresiones de unidad de las autoridades.
El presidente de gobierno Mariano Rajoy vino desde Madrid para consultar sobre medidas de seguridad.