Qué es la marejada ciclónica, lo más mortal de los huracanes como Irma

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En los automóviles que escapan del huracán. En sus propias casas, si ahí decidieron quedarse cuando hubo evacuación. Es después del huracán, en la inundación, cuando se producen 9 de cada 10 muertes por la tormenta.

No es durante los vientos feroces y la lluvia que no permite ver a un metro de distancia.

Es por el agua de lo que se llama marejada ciclónica (storm surge), un fenómeno que popularmente se compara con el tsunami.

«En este momento mi preocupación mayor es que la gente no está tomando lo suficientemente en serio el peligro de marejada ciclónica», dijo el gobernador de la Florida, Rick Scott. «En una marejada ciclónica podríamos tener de 5 a 10 pies (de 1,5 a 3 metros) de agua. Se podrían cubrir las casas», explicó.

El Centro Nacional sobre Huracanes (NHC) distingue la mortífera storm surge del aumento normal del nivel del mar por una tormenta: «Es un aumento anormal del agua». Y puede causar «inundaciones extremas en las áreas costeras, en particular cuando la marejada ciclónica coincide con una marea alta normal, lo cual eleva el agua hasta 6 metros (20 pies) o más«.

El caso más conocido de la devastación que puede causar la marejada ciclónica se vio tras el paso del huracán Katrina, en 2005. «Al menos 1.500 personas perdieron la vida durante Katrina y muchas de esas muertes ocurrieron, directa o indirectamente, como resultado de la storm surge«, ilustró el NHC. La inundación llegó a 9 metros (30 pies) por encima de lo normal.

República Dominicana luego del paso de Irma a distancia de su costa. (EFE)

República Dominicana luego del paso de Irma a distancia de su costa. (EFE)

Se trata menos del agua que cae que del agua empujada por los vientos en altura de los sistemas atmosféricos de baja presión como los ciclones tropicales. La fuerza de las ráfagas incesantes hace que el agua ascienda y avance. Más que una pared de agua —como sería el tsunami— es una invasión que echa abajo puertas y ocupa los edificios y deja los automóviles flotando a la deriva.

La marejada ciclónica tiene la misma velocidad del huracán, es decir que el agua del mar cobra de pronto —no hay manera de predecir el momento de la storm surge— el poder para avanzar en cuestión de minutos. 

Y avanzar arrolladoramente: un metro cúbico de agua del mar pesa 1.032 kilos (1.728 libras), más de una tonelada.

Y avanzar llevando a su paso los escombros que va produciendo.

Llamar al 911 no es una opción durante la marejada ciclónica: los autos no pueden moverse mientras sube el agua, que muchas veces en innavegable con botes. Dentro de una casa, una vez que la puerta cae por el peso del agua, las personas son impulsadas contra los objetos como en los rápidos de un río: no es posible maniobrar contra la fuerza y la velocidad.

A juzgar por lo que la marejada ciclónica de Irma hizo a su paso en las Antillas Menores y otras islas, su amenaza es inédita en la Florida. En un tuit, un científico del NHC, Eric Blake, dijo que no era por exagerar pero que, en su opinión, «quedan pocas dudas de que #Irma será conocido como uno de los más infames en la historia de los huracanes en el Atlántico».

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