¿Acaso aquellos colectores de botellas de vidrio que luego vendían a las empresas productoras de bebidas alcohólicas o gaseosas fueron los precursores del reciclaje en la República Dominicana? Quizás con su trabajo no sentaban las bases de una industria de reciclaje, pero al menos indicaban que la mayoría de los desperdicios que van al zafacón o a la calle, en vez de contaminantes hoy representan oportunidades de negocio o medios para regenerar vida.
En el país se generan más de 11 mil toneladas de basura diaria, de ésta se recicla menos de un 10 por ciento, de acuerdo al Ministerio de Medio Ambiente, aunque el número es refutado por la empresa administradora del vertedero de Duquesa, Lajun Corporation, que afirma es de un 3 %.
La coordinadora técnica de Residuos Sólidos del Ministerio de Medio Ambiente, Maribel Chalas, asegura que a pesar de los esfuerzos en la creación de comisiones que van tras el fomento de una cultura de reciclaje y la correcta gestión de residuos sólidos, el país continúa “bastante atrasado” en esos temas.
La experta considera necesario que el país se aboque a una política de manejo integral de residuo sólido, donde el reciclaje tenga un lugar preponderante. Entiende que esta actividad es una industria rentable a desarrollar en la República Dominicana.
Sin dudas es una industria creciente. Durante los últimos siete años como resultado de las exportaciones de 3.1 millones de toneladas de materiales reciclables, como metal, plástico, vidrio, papel y cartón, el país recibió RD$57,391 millones., unos US$1,286.8 millones.
Los datos fueron publicados en junio del presente año por el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD), el Banco Central (BC), la Dirección General de Aduanas (DGA) y la Oficina Nacional de Estadística.
Una industrial en crisis
En tanto, la considerable baja de los precios del petróleo ha provocado la crisis en el mercado de plásticos reciclados en el país, como consecuencia, varias empresas dedicadas a esta actividad cerraron sus puestas este año.
Siete meses de declive de los precios del barril de petróleo fueron suficientes para provocar la crisis en el mercado de reciclaje de plásticos en territorio dominicano.
La situación también afecta la economía de 700 recicladores de base, denominados “buzos”, que encuentran sustento en la búsqueda de materiales reciclables en el vertedero de Duquesa, en la comunidad Los Casabes, Santo Domingo Norte.
En una entrevista que concedió a elCaribe, Max Da Silva, gerente general de Lajun, empresa brasileña que administra Duquesa desde el 2007 y varias conversaciones con recicladores de bases y otras instituciones involucradas en la actividad del reciclaje en el país, se confirma que este mercado atraviesa un momento crítico.
Empresas cierran sus puertas
En un rápido conteo de las empresas que cerraron, porque los precios internacionales dejaron de justificar los costos para procesar ese producto, Da Silva concluyó que de siete empresas reconocidas en el procesamiento del plástico Tereftalato de Polietileno (PET), por sus siglas en inglés, hoy en día dos empresas están operando.
En el 2014, la empresa contratista para la administración del vertedero, donde llegan los desechos del Gran Santo Domingo, incursionó en el área del reciclaje, involucrándose en la compra y transformación de materiales reciclables.
A finales del 2014, Lajun abrió las puertas de una empresa trituradora de plástico, pero las bajas del petróleo provocaron la caída de los precios. Las ventas se redujeron a tal grado que el negocio se hizo insostenible y se vieron obligados a cerrar en julio del presente año.
“Hicimos una inversión de 32 millones de pesos en estructura y adquisición de maquinarias y ahora está parada”, cuenta Da Silva.
En principio, las ventas indicaban que el negocio resultaría rentable. Se dedicaban a exportar a China el PET, utilizado en la elaboración de las botellas plásticas. Los demás tipos de plásticos como polietileno de alta densidad (HDPE) los vendían a empresas locales.
A Duquesa llegan 110 mil toneladas de basura al mes. Y en el mejor momento recuperaron dos millones de libras de PET. “En el mejor mes se recuperaron 900 toneladas de PET (diciembre del año pasado)”, precisa el empresario con un marcado acento brasileño.
La empresa inició en el mercado de materiales fabricados con PET, luego incursionó en el HDPE, del cual se hacen galones, además comercializaban plástico duro, utilizado para elaborar sillas y cubetas entre otros usos. Las fundas plásticas entraban, también, dentro de la gama de plásticos que compraban a los buzos y vendían a empresas.
La empresa optó por negociar con terceros para no afectar una cadena comercial que viene operando desde el inicio de las operaciones del vertedero en 1996, explica el administrador de Duquesa.
Aunque las reglas, en cuanto a regulaciones, las pone la empresa brasileña. Por ejemplo, los materiales deben salir del depósito con cierta consistencia y un mínimo de basura posible.
“Los precios del mercado empezaron a bajar, lo que dejó de ser interesante económicamente para la empresa seguir con el proceso de industrialización de los materiales”, subraya.
Para explicar la situación que afecta este mercado, con mayor intensidad en los últimos siete meses, citó varios ejemplos de caída de precios. Está el plástico polietileno de alta densidad (HDPE), el cual se llegó a vender a 10 pesos la libra. Actualmente se comercializa a cinco pesos, para una reducción de un 50%.
Mientras el PET procesado que se vendía a 750 dólares la tonelada hoy se vende a 450 y 500 dólares.
Costos de producción no bajan
Otro factor que incide en la crisis de este mercado, de acuerdo a Da Silva, es que ha bajado el producto final, pero el buzo sigue ofertando los mismos precios de venta. La tonelada de botellitas sin procesar tiene un costo que equivale a los 250 dólares, dice.
Pero ese material contiene un 8% de su peso correspondiente a tapa y etiqueta y entre 15 y 20% de agua que deja el consumidor en el envase.
“Al pesarlo así, usted está pagando por líquido y basura”, indica el experto en manejo de residuo sólido. Asegura que en el proceso de industrialización se gasta aproximadamente 150 a 200 dólares más por toneladas, para venderlo a 500 dólares. “Entonces se hace imposible este mercado”, subraya. “Solamente el que tenga una línea de producción a gran escala podrá mantenerse abierto, pero no ganará dinero”, expresa.
Por otra parte, desde que China reforzó su control de calidad, estableciendo mayor exigencia en los residuos reciclados que entran a ese país, algunos materiales, cuyo procesamiento no cumplían con las normas, dejaron de exportarse.
“Cuando se empezó a crear una política de reciclaje y el mercado del plástico empezó a difundirse, con la baja del petróleo, el mercado internacional se ha encargado de cerrar el negocio”, afirma.
Explica que el reciclaje de plásticos es viable cuando el petróleo está por encima de 60 dólares el barril.
Según algunos expertos, las previsiones en el mercado de material del plástico no son alentadoras para los próximos seis meses, debido a que los precios del petróleo continuarán en baja en este periodo. Los actores de la cadena del reciclaje esperan que el panorama cambie.
Lajun dice el 10% en reciclaje es irreal
A Max Da Silva le parece poco realista que en el país se recicle el 10% de toda la basura que se produce. Explica que los países que han alcanzado esta cifra realizan un reciclaje de separación de origen, entiéndase por aquel cuya calificación de desechos empieza en cada hogar. Lo estima entre un 3 y 5%. “Quien hable de un 10% de reciclaje en este país o en cualquier país de América Latina, lamentablemente, no conoce los números. 10% de reciclado, pero nosotros no tenemos segregación de origen”. Indica que si estuviéramos reciclando el 10 % de 10 mil toneladas diarias, el plástico fuera el material reciclable número uno en exportaciones. Con sonrisa irónica confiesa no creer en el número que ofrecen instituciones estatales. Argumenta que si en República Dominicana se reciclara el 10% de toda la basura producida, en lugar de recibir 200 millones de dólares por año por valor de las exportaciones percibiéramos 600 millones de dólares. Con una firmeza que demuestra su experiencia en el tema, asegura que el reciclaje funcionará cuando se enseñe a separar los residuos desde el hogar. “Si aprendiéramos desde niños a hacer la separación desde casa y lo tuviéramos como una rutina diaria, pudiéramos llegar al 10%, afirma.
Max Da Silva
Gerente general de empresa Lajun
El gerente general de la empresa brasileña Lajun Corporation, que tiene a su cargo la gestión del vertedero de Duquesa, explica que 700 buzos viven de la recolección de materiales reciclables en este gran depósito, que recibe cerca de 4 mil toneladas de basura diaria, generadas en el Gran Santo Domingo, pero considera que las autoridades deben dejar de incentivar este tipo de reciclaje.
elcaribe