La Mesa de Unidad Democrática, incluso, se adjudicó el triunfo en tradicionales bastiones del chavismo. Según algunas estimaciones preliminares se habla de haber obtenido alrededor de 100 bancas, sobre un total de 167, lo que implicaría el control del Poder Legisltaivo por parte de la oposición.
Los venezolanos votaron en unas trascendentales elecciones en las que la oposición amenaza con tomar el control parlamentario, por primera vez en 16 años de gobierno chavista, ante el malestar popular por la crisis económica y la inseguridad.
En estas legislativas con tintes de plebiscito para el gobierno de Nicolás Maduro, quien prometió respetar los resultados, la MUD figuró en las encuestas como favorita para lograr al menos la mayoría simple en el parlamento que se instalará el 5 de enero.
La jornada, que había transcurrido en calma, se tensó cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) extendió por una hora -hasta las 19H00 locales (23H30 GMT)- el cierre de los centros de votación, y que permanecieran abiertos los que tenían votantes en fila.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha) denunció la medida como «violatoria» de la ley, señalando que buscaba «coaccionar» a chavistas que, desencantados con el gobierno, decidieron no votar.
Más de 19,5 millones de venezolanos eligieron a 167 diputados de una Asamblea Nacional dominada por el oficialismo de izquierda desde que en 1999 llegó al poder Hugo Chávez, fallecido en 2013.
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