El papa Francisco dio inicio este martes al año del jubileo, un tiempo en el que la misericordia y “la ternura del Padre” será el tema principal en la iglesia católica, según informó el Vaticano.
Durante la misa de apertura del año jubilar, el pontífice abrió la Puerta Santa o Puerta de la Misericordia en el Atrio de la Basílica de San Pedro. Allí estuvo acompañado por el papa emérito Benedicto XVI, quien fue el primero en atravesar la Puerta Santa. Pasar por este portal significa “el deseo profundo de auténtica conversión”, según había explicado Francisco en una carta dirigida al presidente del Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización.
En su oración de apertura de esta celebración Francisco pidió a Dios que conceda a todos los que cruzarán la Puerta de la Misericordia —abierta en cada catedral, en las iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma— “con el corazón arrepentido, renovado empeño y filial confianza, puedan experimentar su ternura paternal y que reciban la gracia del perdón para dar testimonio con palabras y obras”.
En el continente, la primera y única Puerta Santa de América —una de las siete en el mundo— abre también sus puertas en Québec para recibir el Jubileo extraordinario de la Misericordia.
Sobre los puntos para “facilitar que la celebración del año Santo”, mencionados en la carta enviado al Consejo Pontificio el 1 de septiembre, el papa Francisco se había referido puntualmente al aborto como un “drama existencial y moral” que ha provocado “una pérdida de la debida sensibilidad personal hacia una nueva vida».
Francisco señaló que algunos viven el drama del aborto con una “consciencia superficial” y otros, en cambio, viven ese momento como una gran derrota: “consideran no tener otro camino por dónde ir”.
Por lo anterior, el papa Francisco dijo que durante este año jubilar los sacerdotes están obligados a absolver este pecado.
“He decidido conceder a todos los sacerdotes para el año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”, escribió Francisco en una carta el pasado 1 de septiembre.
“Los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia”, añadió.
El año jubilar se cerrará el 20 de noviembre de 2016, con una eucaristía donde además se cerrará la Puerta Santa, que fue abierta este 8 de diciembre.
cnn