En una reunión con representantes de localidades de California que se oponen a que ese estado sea un «santuario» para los inmigrantes indocumentados, el presidente estadounidense llamó «animales» a algunos inmigrantes ilegales, manteniendo la retórica lanzada en su campaña y suscitando la queja del canciller de México.
«Estamos expulsando gente del país. No se puede creer lo malas que son estas personas», dijo el mandatario en una reunión en la Casa Blanca con políticos republicanos de California. «Estas no son personas, son animales«, agregó. «Los estamos sacando de este país a un ritmo nunca antes visto».
En respuesta, este jueves el canciller mexicano, Luis Videgaray, indicó que le parecía «muy grave» la declaración del mandatario. «En la opinión del gobierno mexicano, es absolutamente inaceptable, y así lo vamos a comunicar al Departamento de Estado por los canales diplomáticos», indicó, en entrevista con Televisa.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores indicó que comprar a cualquier persona con un animal «implica que no se está reconociendo su dignidad fundamental como persona, que no se les reconoce sus derechos humanos esenciales». Por ello, condenó: «Decir que se trata de animales no solo es una invitación a la violación de los derechos humanos, sino al odio, y eso no se puede aceptar«.
En la reunión, Trump también acusó a México de no hacer «nada» por Estados Unidos en la frontera, y pronosticó que el Congreso le concederá pronto «la financiación completa» para erigir su prometido muro.
«México no hace nada por nosotros. No hacen nada por nosotros. México habla, pero no hacen nada por nosotros. Especialmente en la frontera. Ciertamente no nos ayudan mucho en el comercio, pero especialmente en la frontera no hacen nada por nosotros», aseguró.
Además, estimó que la afluencia de inmigrantes ilegales se debe al hecho de que Estados Unidos tiene «las leyes de inmigración más tontas del mundo«.
«La ley de California brinda refugio a algunos de los delincuentes más crueles y violentos del mundo, como los pandilleros de la MS-13″, dijo, lamentando que «hombres, mujeres y niños inocentes» estén «a merced de criminales sádicos».
En ese sentido, el gobernador de California, Jerry Brown, dijo que «Trump está mintiendo sobre inmigración, mintiendo sobre el crimen y mintiendo sobre las leyes de California«.
El estado más poblado del país y bastión demócrata está inmerso en un enfrentamiento legal y político con la administración federal sobre inmigración. El gobierno de Trump ha demandado al «Golden State» para obligarlo a poner fin a la política de ciudades «santuario», en tanto que las autoridades locales también inició procesos legales contra el gobierno estadounidense.
En California vive la mayor parte de los inmigrantes indocumentados, cerca de un cuarto de los 11 millones estimados que hay en todo Estados Unidos, principalmente de origen latinoamericano.