Bromas y pizzas a domicilio: las anécdotas de la boda del año

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Harry y Meghan Markle ya son marido y mujer. Tras la poco protocolar ceremonia en la capilla St. George del Castillo de Windsor, la reina Isabel ofreció una recepción para 600 invitados. 

Durante el banquete, el discurso de Carlos se destacó del resto de las alocuciones de la velada, ya que bromeó sobre cómo daba el biberón y cambiaba el pañal a su hijo.

Harry, sonriente,  preguntó a sus invitados. «¿Alguien puede tocar el piano?». Era entonces el momento estelar para Elton John, gran amigo de Lady Di, que subió al escenario e interpretó algunos de sus grandes éxitos.

La voz del novio fue la última n escucharse, y durante su intervención quiso aprovechar para dar las gracias a todos los allí presentes y mostrarle a todo momento su amor hacia Meghan. «No puedo esperar a pasar el resto de mi vida contigo». 

Los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, dejando el castillo de Windsor para asistir a la fiesta en Frogmore House

Los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry, dejando el castillo de Windsor para asistir a la fiesta en Frogmore House

El festín pareció no saciar a todos los asistentes. Varios repartidores de la cadena italiana Pizza Express fueron fotografiados en las puertas del castillo de Windsor e incluso una invitada llegó con varias cajas de cartón en la mano.

Una vez finalizado el primer evento, a las siete de la tarde, se celebró una cena más íntima para solo 200 invitados en la residencia de campo Frogmore House.

George Clooney, Oprah Winfrey y los Beckham también participaron de los festejos tras la ceremonia religiosa. Hubo un bar temático con un cóctel dedicado a la pareja llamado «Cuando Harry conoció a Meghan», y el primer baile de la pareja fue con «I Wanna Dance With Somebody» de Whitney Houston.

El príncipe sorprendió a todos cuando se puso al volante del auto que lo trasladó junto con su flamante esposa

El príncipe sorprendió a todos cuando se puso al volante del auto que lo trasladó junto con su flamante esposa

Harry cambió su uniforme por un esmoquin, mientras que Meghan se enfundó en un vestido de Stella McCartney. Pero lo más espectacular fue el anillo que lució en su mano derecha. Una de las joyas más espectaculares de la colección de Diana, que ella misma se compró después de divorciarse del príncipe Carlos.

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