Las agencias de calificación Moody’s y Fitch advierten en sendos informes difundidos a cierre del mercado que el resultado de las elecciones generales es «negativo» y conlleva «riesgos» para la solvencia de España. «Incrementa la incertidumbre política y eleva dudas sobre la capacidad del nuevo Gobierno y su voluntad para continuar con las reformas estructurales y la consolidación fiscal», resume el informe d Moody’s. En su opinión «un fracaso en la formación del nuevo gobierno llevaría a nuevas elecciones y una prolongada fase de incertidumbre política». «El resultado de las elecciones es negativo [a la hora de examinar la solvencia de España]», afirma el autor del informe, Dietmar
Hornung.
En opinión de Fitch, el 20-D «aumenta los riesgos de una incertidumbre política prolongada y, potencialmente, una política presupuestaria más relajada y la reversión de reformas estructurales». De momento, mantiene no obstante la calificación de España en BBB, por encima del ‘bono basura’ al no ver peligro inminente para la solvencia del país.
«Mariano Rajoy ha afirmado que intentará formar gobierno, pero puede llevar tiempo y sus opciones parecen limitadas. Una gran coalición PP-PSOE tendría mayoría pero parece políticamente improbable».Fitch especula que «hay posibilidad de nuevas elecciones el año próximo».
Los analistas de la agencia internacional consideran que la irrupción de Podemos y Ciudadanos ha conducido a España «a una nueva era», pero señalan que «si el resultado es es un Gobierno débil o uno que se apoye en partidos radicales, puede resultar la reversión de reformas previas o una relajación en el control del déficit».
«El ajuste presupuestario de España es aún incompleto. La deuda alcanzará este año el 99% y bajará del 90% en 2024, según nuestro escenario central», muy por encima de los estados que, como España, están por encima de la calificación debono basura. No obstante, Fitch no ve problemas a corto plazo, «porque los Presupuestos para 2016 ya han sido aprobados (…) aunque las elecciones incrementan riesgo de desvío». El problema, a su juicio es «un largo periodo de incertidumbre política», porque «se dañaría la confianza y daría la vuelta a la dinámica macroeconómica actual».
A este cóctel, Fittch añade el problema de Cataluña, que considera más complicado de resolver ahora.
Las agencias de calificación cometieron errores durante la crisis financiera, pero continúan siendo referentes para los mercados de todo el mundo a la hora de decidir dónde colocar sus inversiones.