Cinco meses después de descartar un diseño espectacular y costoso del arquitecto Zaha Hadid, los organizadores de los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio eligieron el martes una opción más austera.
El nuevo diseño, a cargo del arquitecto japonés Kengo Kuma, implicará costos por 153.000 millones de yenes (1.260 millones de dólares) en su diseño, construcción y mantenimiento. La propuesta de Hadid habría costado 252.000 millones de yenes (2.100 millones de dólares), con lo que habría sido el estadio más caro en la historia.
La estructura de acero y madera concebida por Kuma, con un techo relativamente plano y algunos jardines en sus espacios al aire libre, tiene algunos paralelismos con los templos tradicionales. Medirá 50 metros (164 pies) de altura, con un centro atlético en el subsuelo.
“Pienso que éste es un plan maravilloso, que cumple con la visión básica del nuevo plan de construcción y con los requisitos para el periodo de edificación”, dijo el primer ministro Shinzo Abe, al anunciar la decisión.
El proyecto será encabezado por la empresa constructora Taisei Corp.
El plan original de Hadid, arquitecto británico-iraquí, fue criticado por sus altos costos y su magnitud.
