Cuando Gabriela Pineda salió este mes del Centro de Convenciones de Los Ángeles con sus papeles con la nacionalidad estadounidense, se fue directo a una mesa colocada por el Partido Demócrata para registrar votantes.
Entre los documentos de registro había un panfleto tituladoAuto de los Payasos del Partido Republicano 2016, con fotografías de los aspirantes presidenciales de esa formación.
Un globo terráqueo sobre la imagen de Donald Trump, el favorito para la nominación republicana, citaba suspolémicas declaraciones sobre los inmigrantes ilegales de México: «Están enviando drogas, enviando crimen, son violadores».
Para demócratas y republicanos, convencer a los votantes latinos no registrados -hasta 12 millones, según algunos grupos- para que voten en las elecciones de noviembre de 2016 es el primer paso para asegurar el respaldo de un bloque crítico de electores. Al exterior de ceremonias de juramento, escuelas e incluso tiendas, ambos partidos luchan para registrarlos.
En zonas fuertemente latinas, demócratas y activistas progresistas están promocionando activamente la inflamatoria retórica antiinmigración de Trump y algunos otros aspirantes republicanos como parte de sus campañas de registro de votantes.
Aparece en anuncios de video y radio, en los sitios web educativos e, incluso, en los Grammy Latinos del mes pasado, cuando los mexicanos Maná y Los Tigres del Norte terminaron su actuación con un cartel en español que decía «Latinos unidos no voten por los racistas».
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«Nuestros mejores portavoces son los candidatos republicanos», afirmó Randy Borntrager, director político de People for the American Way, un grupo activista liberal que emitió anuncios en la radio a principios de año en español e inglés usando a Trump como gancho para conseguir que los hispanos votaran en las elecciones de Virginia.
En una publicidad, una madre insta a su hija a votar «para cerrarle la bocota a Trump».
La campaña de Trump no respondió a las peticiones para comentar la situación, pero Fred Doucette, codirector de su campaña en Nuevo Hampshire, dijo que la mayoría de latinos con que se ha encontrado no están ofendidos por las palabras de Trump. «Lo cierto es que los únicos molestos son los ilegales», dijo.
Los latinos, como cualquier grupo étnico o racial, no son monolíticos. Algunos votantes latinos apoyan a Trump o a otros aspirantes republicanos, como los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, ambos cubanoestadounidenses, y el exgobernador de Florida Jeb Bush, que habla español con fluidez.
Alfonso Aguilar, director de asociación latina en el conservador American Principles Project reconoce que «Trump es un regalo político para la maquinaria política demócrata», que presenta al Partido Republicano como el partido de Trump.
Y eso es un problema, porque la formación necesita a los votantes latinos. El Pew Hispanic Center dijo que los latinos fueron 10% del electorado en la elección de 2012 y eligieron de forma abrumadora como presidente a Barack Obama (71%) frente al republicano Mitt Romney (27%).
Votar contra Trump
Fuera del Centro de Convenciones de Los Ángeles, Pineda, una inmigrante de Honduras de 36 años, no esconde su desagrado por Trump, que lanzó su campaña prometiendo construir «una gran, gran muralla en nuestra frontera sur» para mantener fuera a los inmigrantes ilegales.
«Estas cosas que dijo Donald Trump molestan a la gente», aseguró.
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Pineda es una de las decenas de miles de latinos que se registraron en 2015 para votar. Entre ellas hay gente que nunca se había registrado antes: ciudadanos recién nacionalizados y jóvenes que acaban de cumplir los 18 años.
«Cuando Donald Trump decidió entrar en campaña insultando a todos los latinos vimos un aumento en los registros de votantes», comentó Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota, un grupo no partidista dedicado a construir el poder político de los latinos en Estados Unidos.
El reto es mantener el interés de los votantes, sobre todo si Trump no consigue al final la nominación. Pero lo cierto es que Trump es el mejor imán para que los latinos se registren.
Southwest Voter Registration Education Project, por ejemplo, colocó a Trump en su sitio web: «Responda a Trump: registre a un mexicanoestadounidense para que vote hoy».
New American Democracy Campaign, que ayuda a los inmigrantes a nacionalizarse y registrarse para votar, creó un anuncio de 30 segundos que empieza con imágenes en blanco y negro de gente sonriendo mientras la voz de Trump habla sobre cómo «ellos» están trayendo drogas y crimen. Pero entonces las imágenes cambian y la gente es identificada, como el astronauta de la NASA José Hernández. Concluye con una petición: «Nuestro futuro está en juego (…) Conviértete en ciudadano hoy».